PATRIMONIO
Bajan la campana agrietada de Granyena para repararla en Austria
Retiran otra del siglo XV en Tarroja para restaurar el yugo y limpiarla

Granyena de Segarra vivió ayer una jornada histórica, al retirar la campana de la iglesia de Santa Maria. Se construyó en 1747 y no suena desde hace más de 80 años. Lo hizo por última vez la noche de Reyes del 1941, durante un toque festivo,cuando se resquebrajó por el hielo y el frío.
El proceso de desmontaje y el descenso de la campana, a cargo de Carvajal Forja y Componentes y Grues Minguella, fue complejo para evitar dañar esta pieza histórica y generó mucha expectación. Ahora se enviará a un taller especializado de Innsbruck (Austria), donde soldarán las fisuras con bronce y restaurarán el yugo. La previsión es que vuelva a Granyena en septiembre para la Festa Major.
La campana, que pesa 600 kilos, fue encargada al campanero y fundidor de Lleida Francesc Martrus. La historiadora y campanera Mercè Salsench impulsó una colecta a finales del 2022 para restaurarla junto al también campanero Ramon Torres. “La restauración de la campana fue el gran sueño del abuelo de Torres, Jaume Font, que fue campanero de Cervera, y los los vecinos esperaban con ilusión y expectación este día”, dijo el alcalde, Josep Sendra. Recaudaron más de 10.000 euros de donativos y el resto, hasta cubrir los 23.000 euros del coste total, ha sido aportado por el ayuntamiento, la parroquia y el obispado de Solsona.
Pocas horas después, también se bajó una campana del siglo XV en Tarroja. La limpiarán y restaurarán el yugo en el taller de Carvajal en Alcoletge, una actuación que costará 9.000 euros. Tanto esta campana como la de Granyena deberán volver a sus campanarios el mismo día.