Convivir para aprender
Alumnos de sexto de Primaria de la escuela Albert Vives y usuarios del centro de día y de la residencia de la Fundació Sant Hospital han participado en unas convivencias intergeneracionales. La iniciativa, pionera, cuenta con la colaboración del Archivo Comarcal

Alumnos y gente mayor visitaron las tiendas museo de Salàs de Pallars, pasearon y compartieron las horas con juegos de mesa y otras actividades. - E.A.V.
Las relaciones intergeneracionales son beneficiosas para todos. Incentivan la transmisión de conocimiento entre grupos de edades diferentes, enriquecen la vida de las personas ya jubiladas y favorecen la preservación de las tradiciones. Con todos estos objetivos, un grupo de 11 personas mayores del centro de día y de la residencia asistida de la Fundació Sant Hospital de La Seu (FSH), y 53 alumnos de sexto de Primaria del colegio Mossén Albert Vives de la capital del Alt Urgell han pasado dos días de convivencias en Salàs de Pallars.
Los pequeños han estado varios meses del curso lectivo interactuando y compartiendo actividades con el colectivo de gente mayor y los pasados días 22 y 23 de mayo celebraron el colofón final del proyecto, bautizado como Compartiendo Vidas, con unas convivencias en el Pallars. Allí visitaron las tiendas museo de Salàs, proyecto destinado a la interpretación del comercio antiguo a través de una serie de espacios únicos. Los jóvenes compartieron momentos únicos con el colectivo de mayores mientras estos recordaban y explicaban historias personales observando la tienda de ultramarinos, la barbería, la mercería y la perfumería, el quisco de revistas, la imprenta y el bar del pueblo, entre otros. Durante las convivencias, los participantes compartieron mesa, juegos e incluso momentos de baile por la noche.
Se trata de una iniciativa de aprendizaje y de servicio en que el grupo estuvo acompañado por profesores, profesionales sanitarios y responsables del Archivo Comarcal del Alt Urgell, que también ha participado en el proyecto.
Los más pequeños adquirieron y potenciaron valores humanos como el respeto, la tolerancia, la paciencia, el trabajo en equipo, la empatía y la solidaridad.
Los responsables de la iniciativa destacaron que la actividad sirve a los alumnos de Primaria para “ver otras perspectivas” y para “promover las relaciones interpersonales de tipo intergeneracional, incidiendo en los vínculos, promueve la autoestima “y el autoconcepto de las personas mayores, ayudándoles a sentirse valorados e inseridos en la sociedad”, y a “motivarlos con la presencia de los más jóvenes” añadieron.
De una manera lúdica, el proyecto ha tenido en cuenta también objetivos competenciales de los estudiantes que estos y las personas de edad avanzada han trabajado de manera bidireccional. Sobre todo en aspectos como la educación en valores, expresión oral, escrita y lectora, conocimiento del medio, la imaginación y la creatividad y el tratamiento informático y el trabajo con recursos digitales.
El proyecto incide en la labor que realiza el Archivo Comarcal en la recuperación de la memoria histórica de la comarca.