Los tres pueblos fundados por Franco en Lleida
Son tres asentamientos rurales nacidos entre los años 40 y 70 del siglo XX como parte del proyecto del Instituto Nacional de Colonización

Los tres pueblos fundados por Franco en Lleida.
En plena posguerra española, el régimen franquista emprendió uno de los mayores proyectos de colonización agraria del siglo XX a través del Instituto Nacional de Colonización (INC). Este organismo, creado en octubre de 1939 bajo la dependencia del Ministerio de Agricultura, impulsó la construcción de más de 300 nuevos pueblos por toda la geografía española, entre los que destacan tres enclaves en la provincia de Lleida: Gimenells, Sucs y Pla de la Font. Estos asentamientos, nacidos entre los años 40 y 70, formaron parte de una política agraria que buscaba transformar el espacio productivo y aumentar la producción agrícola durante la etapa autárquica del régimen.
El INC, que desapareció en 1971 para dar paso al Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), se centró en la reorganización territorial y el desarrollo de zonas rurales, principalmente alrededor de las grandes cuencas fluviales como el Ebro, Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir. En Cataluña se construyeron cuatro de estos pueblos, tres de ellos en Lleida, configurando un importante movimiento migratorio promovido por el Estado que acabaría albergando a unas 55.000 familias en todo el territorio estatal. La estrategia consistía en expropiar terrenos a grandes terratenientes o fincas consideradas "manifiestamente mejorables" para redistribuirlos entre colonos procedentes de diferentes zonas del país.
Gimenells: el primer proyecto de colonización leridano
Aunque Gimenells contaba con un pequeño núcleo de población en la época previa a la invasión musulmana, su historia moderna arranca en 1928 con la ubicación de la Obra Tutelar Agraria. Sin embargo, fue en 1939 cuando el Instituto Nacional de Colonización acometió su verdadera repoblación. Durante la década de los 40, se instaló el Centro Técnico que serviría como sede para desarrollar tareas de planificación agrícola en la zona.
Un hito importante en la historia de esta localidad llegó en 1959, cuando se fundó la parroquia de Gimenells, eligiendo como patrona a la Virgen del Rosario y como patrón a San Isidro. Finalmente, en 1991, mediante el Decreto 56/1991 del 25 de marzo, Gimenells consiguió independizarse administrativamente, segregándose del término municipal de Alpicat para convertirse en municipio propio.
Sucs: de asentamiento ilergeta a pueblo de colonización
El caso de Sucs resulta particularmente interesante por su rica historia. Originariamente fue un poblado ilergeta, y de la época romana se conservan restos que podrían corresponder a la parte inferior de una torre vigía de la vía imperial que conectaba Tarraco con Caesaraugusta pasando por Ilerda. En 1092 formaba parte del reino de Monzón, siendo reconquistada en 1149 junto con Lérida.
Sin embargo, la localidad experimentó un progresivo abandono hasta quedar completamente despoblada a partir de 1658. Tras la desamortización de 1835, la zona pasó por diferentes propietarios privados. El punto de inflexión llegó en 1944, cuando el Instituto Nacional de Colonización adquirió la finca de 2.034,39 hectáreas a la sociedad "Agrícola de Sucs S.A." por un valor total de 5.250.000 pesetas.
Una vez en manos del INC, se procedió a la parcelación del terreno, la creación de una red hidráulica y la construcción del pueblo, que pronto sería habitado por familias emigrantes llegadas desde diferentes puntos de España. La infraestructura se completó a finales de los años 40 con la construcción de unas escuelas unitarias diseñadas por el arquitecto José Borobio, figura clave en muchos de estos proyectos de colonización.
Pla de la Font
El término de Pla de la Font abarca aproximadamente 2.400 hectáreas, dedicadas mayoritariamente al cultivo de regadío. Actualmente es una entidad municipal descentralizada del municipio de Gimenells. En sus campos predominan productos como la alfalfa, el maíz y el trigo, aunque también hay presencia de frutales como cerezos, perales, manzanos, melocotoneros y nectarinos, si bien estos no constituyen el cultivo más extenso de la zona.
Al igual que sus vecinos, el origen de Pla de la Font está directamente vinculado a la política de colonización agrícola impulsada durante la dictadura franquista. En este enclave se asentaron colonos procedentes de otras regiones españolas, algunos de ellos expropiados de terrenos inundados por pantanos de nueva creación o afectados por repoblaciones forestales. Las parcelas sobrantes se adjudicaban a quienes las solicitaban, siempre que cumplieran ciertos requisitos.
El sistema de colonización seguía un patrón similar en todos estos pueblos: el régimen vendía una porción de terreno (entre 7 y 20 hectáreas) al colono, que debía estar casado, y le adjudicaba una vivienda en el núcleo de nueva creación. El beneficiario debía pagar esta propiedad durante un período de 30 años con el producto de las cosechas o de su trabajo. Además de las viviendas, el Instituto de Colonización construía los edificios comunes como cooperativa, iglesia, escuelas y ayuntamiento, así como las infraestructuras básicas de caminos y carreteras. Las zonas no adjudicadas fueron objeto de repoblación forestal, principalmente con pinos.
El Instituto Nacional de Colonización representa uno de los proyectos más ambiciosos del régimen franquista en materia de ordenación territorial y política agraria. Su actuación no se limitó a la construcción de nuevos pueblos, sino que abarcó la transformación integral del paisaje rural español mediante la implementación de sistemas de regadío, la redistribución de la propiedad y la modernización de las técnicas agrícolas.
En el caso de Lleida, los tres pueblos de colonización -Gimenells, Sucs y Pla de la Font- constituyen un testimonio vivo de este período histórico. Su trazado urbanístico, caracterizado por un diseño racional y funcional, responde a los criterios estéticos y organizativos propios de la arquitectura de colonización franquista: calles anchas, plazas centrales donde se ubican los edificios institucionales y viviendas unifamiliares con espacio para pequeños huertos.
Los pueblos de colonización franquista presentan características arquitectónicas muy definidas. Generalmente se estructuran en torno a una plaza principal donde se ubican los edificios representativos (iglesia, ayuntamiento y cooperativa). El trazado suele ser ortogonal, con calles amplias y viviendas unifamiliares de una o dos plantas que incorporaban espacios para animales y aperos de labranza. Los materiales de construcción solían ser locales, adaptándose a las tradiciones constructivas de cada zona pero con un diseño racionalista y funcional que refleja la ideología del régimen.
La evolución demográfica de Gimenells, Sucs y Pla de la Font ha seguido patrones similares a los de otros pueblos rurales españoles. Tras un período inicial de crecimiento durante las décadas posteriores a su fundación, experimentaron un descenso poblacional a partir de los años 70 y 80 debido al éxodo rural. En las últimas décadas, la población se ha estabilizado, aunque ahora se enfrenta el reto del envejecimiento. No obstante, algunos de estos municipios han logrado atraer nuevos habitantes gracias a la mejora de las comunicaciones y al desarrollo de servicios básicos que facilitan la vida en el entorno rural.