TRAGEDIA
Los expertos alertan que habrá más fuegos violentos como el de la Segarra
Causado por la chispa de una cosechadora, el incendio ha arrasado 5.600 hectáreas

Imagen de un foco que se reavivó a primera hora de la tarde de ayer en la zona de Cabanabona. - CARMINA MARSIÑACH
Bomberos y Agentes Rurales trabajaron durante toda la jornada de ayer en la extinción del fuego de Torrefeta, que se originó el martes, dejó dos víctimas mortales y calcinó 5.600 hectáreas. Ha sido un incendio devastador y nunca visto hasta ahora en Catalunya. Los expertos advierten que cada vez serán más frecuentes.
Máxima alerta ayer en la Segarra, el Urgell y la Noguera para evitar que el fuego de Torrefeta, que ha dejado dos víctimas mortales y 5.600 hectáreas quemadas en un perímetro de 50 quilómetros, se reavivara. Fueron horas de tensión pero también de angustia tras el pánico que se vivió a última hora de la tarde del martes, en un incendio devastador nunca visto en Catalunya. A las 22.08 horas lo dieron por controlado. De hecho, tanto los Bomberos como los expertos advierten que se pueden volver a producir. Son los denominados de sexta generación. Cabe recordar que el fuego se propagó a velocidades récord de hasta 28 km/h, impulsado por ráfagas de viento generadas por el propio incendio que alcanzaron los 120 km/h. Además, se formó un pirocúmulo, una nube de cenizas y humo que alcanzó los 19 kilómetros de altura. En cuanto a las causas, todo apunta a que fue originado por las chispas de una cosechadora, como avanzó este periódico ayer.
Moisès Galán, inspector y jefe de intervención de los Bombers, señaló que “estos incendios van con unas intensidades cada vez más grandes”, ya que se “están asociando con episodios meteorológicos como una tormenta que nos acaba derivando a velocidades altísimas”. Para prevenir estas situaciones apuntó que “debemos hacer una reflexión y crear un mosaico agroforestal necesario para ralentizar el avance de los incendios”. Por la tarde, se reavivó en cinco puntos, que hicieron concentrar recursos para estabilizarlos con 22 dotaciones. La preocupación era que no evolucionaran hacia la Vall del Segre en una zona boscosa. Los Bomberos contabilizaron 24 masías, pajares y cubiertos afectados por el fuego, dos de ellas por completo y más de la mitad en desuso. El inspector de Bomberos recordó la importancia de hacer caso de las alertas ya que encontraron a varias personas en el perímetro afectado.
Por la tarde, se vivieron unas horas complicadas por un incendio que se declaró en Pinós, en el Solsonès, que calcinó 5,8 hectáreas y otro en la ciudad Lleida que obligó a cortar la línea de alta velocidad (más información en página 36).
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, visitó ayer el Centre de Comandament Avançat de Guissona para evaluar la situación del incendio. Durante su comparecencia alertó sobre la peligrosidad de los incendios actuales, que calificó como “fuegos que no son como antes”. Según explicó, el incendio de la Segarra generó un pirocúmulo de 17 km de altura y se propagó a una velocidad de 28 km/h en algunos momentos, hecho que lo convirtió en un fuego “fuera de capacidad de extinción”.
El presidente agradeció a la población el seguimiento de las tres órdenes sucesivas de confinamiento que se dieron durante la emergencia, que afectaron a unas 20.000 personas. “Lo más seguro es seguir siempre las indicaciones, aunque parezca contraintuitivo”, recalcó el president. De cara al futuro, Illa advirtió que Catalunya se enfrenta a un verano complicado en materia de incendios y pidió “muchísima prudencia” a la ciudadanía. También apuntó a la necesidad de reflexionar sobre la gestión forestal, señalando que Catalunya tiene demasiada masa forestal y hay que apostar más por los mosaicos, que combinan zona agrícola con zona forestal como mejor herramienta de prevención.
El president quiso agradecer la tarea de los cuerpos de emergencia que participaron en la extinción del incendio, especialmente a los Bomberos, Agentes Rurales, Mossos d’Esquadra y las Policías Locales. Quiso hacer una mención especial a los agricultores y las Agrupacions de Defensa Forestal (ADF) que, según señaló, tuvieron un papel clave en las tareas de extinción. Illa también lamentó profundamente la pérdida de los dos vecinos que murieron a consecuencia del incendio y trasladó su pésame a los familiares. También informó que dos bomberos resultaron heridos de carácter leve durante las tareas de extinción y se recuperan favorablemente.