ANÁLISIS
El Sobirà y la Alta Ribagorça tienen más plazas turísticas que vecinos
La provincia dispone de 51.483 para alojar turistas, una por cada 8,5 habitantes

Turistas ayer visitando L’Argenteria, en La Pobla de Segur. - EDGAR ALDANA
El Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça son las dos únicas comarcas de Catalunya donde el número de plazas en hoteles, campings, casas rurales, pisos turísticos y otros alojamientos para turistas supera al de la población residente. En el Sobirà, con 7.332 habitantes, existen 13.088 plazas turísticas —casi dos por vecino—, de las cuales el 60% corresponden a campings. En la Alta Ribagorça, la relación es prácticamente de uno a uno, con 4.040 habitantes y 4.100 plazas turísticas. La Val d’Aran también destaca, con 9.735 camas turísticas frente a 10.545 habitantes.
En el conjunto de la demarcación, Lleida dispone de 51.483 plazas turísticas, lo que equivale a una por cada 8,5 habitantes, según el Registro de Turismo de Catalunya del departamento de Empresa. Esta cifra incluye hoteles, cámpings, viviendas de uso turístico, alojamientos rurales y apartamentos turísticos, y refleja la presión turística que vive el territorio, especialmente en el Pirineo, que concentra 36.768 de estas plazas.
La Vall de Boí o Espot presentan ratios aún más elevadas: Espot dispone de seis plazas turísticas por cada habitante, siendo el municipio con la mayor proporción de la demarcación. Ambos son puerta de entrada al Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y cuentan con estaciones de esquí próximas. También Naut Aran y Lladorre, que disponen de estación de esquí en su término municipal, tienen más del doble de camas para visitantes que vecinos.
En el extremo opuesto, El Pla d’Urgell, con solo 512 plazas turísticas y 37.342 vecinos, y el Segrià, con 3.567 plazas y 213.503 vecinos, se sitúan a la cola en cuanto a oferta turística.
Fin de semana de alta ocupación por turismo cultural y deportivo
El sector turístico pirenaico ha registrado un balance muy positivo este fin de semana, con visitantes atraídos por eventos deportivos y celebraciones tradicionales como las bajadas de falles y de raiers (ver más en p. 28). Josep Lluís Farrero, empresario de La Vall de Boí, explicó que “hemos trabajado bastante, mucha gente ha optado por subir en busca de temperaturas más amables”. Por otro lado, hubo ayer cortes temporales en la N-230 en el marco de la celebración del triatlón TriTour.