“Queremos cambiar el turismo de las playas por el de los embalses”
Un proyecto del Gobierno central fomenta el uso lúdico y turístico de los pantanos. En Lleida hay 5 zonas de baño controladas y 300 km ‘brutos’ de playa interior

Un grupo de bañistas pasa la tarde del jueves en el cauce del río Segre junto al puente romano de Camarasa.; Array
“Queremos cambiar el turismo de playa por el de embalse, que es más sostenible”, sostiene Luis Fernando García, presidente de Femembalses, asociación que reúne a 530 municipios con pantanos y/o centrales hidroeléctricas en sus términos, treinta de ellos de Lleida, y que participa en el programa Turembalses, Creación Experiencia Turismo de Embalses de España.
Este, impulsado por la Secretaría de Estado de Turismo, pretende implantar “a nivel de país” acciones de promoción de las actividades en embalses, señala el Gobierno en una respuesta parlamentaria. La iniciativa incluye “el desarrollo de un relato conjunto para comunicarlo a nivel nacional e internacional” sobre “vivencias únicas en torno a la naturaleza, el estilo de vida local, la salud y el bienestar” y, también, “la creación de un sistema de gobernanza donde los actores intercambien buenas prácticas”.
“Los beneficiarios directos del proyecto serán”, además de “las entidades locales y el sector turístico” que concurren de manera individual, “los municipios asociados a Femembalses”, asegura su presidente.
“El objetivo es cambiar el concepto. Debemos cambiar el modo en el que el país explota el turismo”, señala García, quien destaca que hay una convocatoria abierta hasta el 30 de septiembre para solicitar financiación con cargo a este programa.
En Lleida, cuyas comarcas acogen 39 pantanos, 13 de más de cuatro hm3, y un sinfín de azudes y represas en los que nacen canales de regadío y captan sus recursos algunas centrales eléctricas, el turismo de embalses tiene un potencial de más de 300 kilómetros brutos de playas interiores: en torno a cien en el Pallaresa, más de 80 en la margen derecha del Ribagorçana y un centenar largo en la del Segre, a los que hay que sumar los aiguabarreigs de este último río con el Cinca y con el Pallaresa, la zona ribereña de Ribarroja, los estanques del Pirineo y los lagos del llano, como el de Ivars y Vila-sana.
Sin embargo, no todas las orillas de los embalses y ríos son aptas para el baño. La CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) tiene clasificadas como tales cinco áreas en la demarcación de Lleida. Una se localiza en el río Segre a la altura del puente romano de Camarasa, otra en el embalse de Camarasa en La Massana y tres más en el pantano de Sant Antoni: la zona del Xiringuito en Conca de d’Alt, la del Piolet en Salàs de Pallars y la del camping Gasset en Talarn. La Generalitat añade el embalse de La Torrassa, en la cabecera del Pallaresa.
No obstante, balsas de propiedad privada como las dos de la comunidad de regantes de Gimenells también son utilizadas como zonas de baño.