Los servicios sociales de la Llitera salvan de la ablación a doce niñas
La Comarca coordina un dispositivo con los Centros de Salud para abordar situaciones de riesgo. Se les hacen revisiones si finalmente viajan a África

El Centro de Salud participa en el dispositivo de prevención. - E.B.D.
El dispositivo de prevención para casos de mutilación genital evitó el año pasado que una docena de niñas residentes en distintas localidades de la Llitera fueran sometidas a prácticas de ablación en los países de origen de sus padres, según recoge la Memoria de Servicios Sociales de la Comarca.
El apartado de prevención e inserción dentro del entorno de familias y menores recoge doce actuaciones en el ámbito de “coordinación en materia de mutilación genital femenina, cuando afecta a menores, con centro escolar y centro de salud”.
“Se abrieron doce protocolos en el último año, pero no se ha concretado ninguno, es decir, que las niñas no han sido sometidas a ablaciones”, explican fuentes de la Comarca de la Llitera.
La ablación es una práctica tradicional en algunas culturas africanas en las que a las mujeres, principalmente antes de que alcancen la adolescencia, se les extirpa parcial o totalmente los genitales externos.
Sin embargo, una actuación de ese tipo, encuadrada entre los delitos graves de lesiones del Código Penal por suponer la pérdida de un órgano, se castiga con penas de seis a doce años de prisión.
Cuando es cometido en el extranjero contra un ciudadano del Estado español es perseguible por la Audiencia Nacional en un encuadre procesal similar al del beso forzado del que fue objeto la futbolista Jennifer Hermoso en Australia.
Y, cuando el autor o el inductor es el padre, la madre o ambos, acarrea la pérdida de la patria potestad por un periodo de cuatro a diez años, o de la tutela o el acogimiento si es el caso, siempre que el juez estime ese castigo complementario “adecuado al interés del menor”.
En el dispositivo de prevención de este tipo de fechorías en la Llitera participan los Servicios Sociales de la Comarca, los centros educativos y los centros de salud.
“Cuando se detecta que una niña va a viajar a algún país en el que se practica la ablación, a la familia se le comunica cuál es la situación aquí, se les advierte de que se juegan la patris potestad y una condena de prisión y se les explica que a la vuelta la chica va a ser sometida a una revisión en el centro de salud. De hecho, se las cita para hacérsela”, explican las mismas fuentes.
La exposición a prácticas como la ablación, que se ejecuta entre la lactancia y los quince años según la OMS (Organización Mundial de la Salud), es uno de los riesgos asociados a los viajes de menores a determinadas áreas del planeta, a los que no es frecuente desplazarse desde los paíases europeos para pasar las vacaciones con niños.
La práctica de este tipo de mutiliaciones “se concentra principalmente en alrededor de 30 países de África y Oriente Medio, también en algunos países de Asia y América Latina y entre las comunidades que proceden de estas regiones”, advierte el Parlamento Europeo.
La Comarca de la Llitera desarrolla varios programas de integración social y cultural para los amplios sectores de la población originarios de otros ámbitos culturales y también para el seguimiento de niños y adolescentes, en algunos casos con actuaciones transversales de culturalidad y edad como la de la prevención de la ablación.