Proyectan en Soses un parque solar con baterías para coches y camiones
Fertiagro promueve una electrolinera de un megawatio de placas solares y almacenamiento de energía junto a la A-2 y la AP-2. Será la mayor instalación de este tipo en Lleida hasta ahora

Las instalaciones de la empresa Fertiagro, en Soses. - AMADO FORROLLA
La empresa de fertilizantes Fertiebro impulsa el proyecto de electrolinera de mayor tamaño que se ha puesto sobre la mesa hasta ahora en la demarcación de Lleida: pretende abastecer a camiones y coches eléctricos desde sus instalaciones en Soses con la producción de un parque fotovoltaico de casi un megawatio (Mw, un millar de kilovatios), una magnitud muy superior a la de las iniciativas que hasta ahora se han planteado.
El ayuntamiento de Soses acaba de sacar a información pública la tramitación de una licencia de obras y de usos de carácter provisional para el proyecto presentado por la empresa, que lleva años operando en su negocio de distribución de fertilizantes desde sus instalaciones en ese municipio.
Estas se ubican al norte de la A-2, junto a uno de sus enlaces, y a pocos metros de la salida de la AP-2, es decir, en las inmediaciones de uno de los principales corredores de tráfico de la península junto con el del Mediterráneo.
La propuesta permanecerá en fase de consulta pública durante un periodo de tres semanas, hasta el 5 de agosto, para la presentación de alegaciones. Una vez tramitadas y respondidas las que se puedan presentar, el consistorio remitirá el expediente a la comisión de Urbanismo de Ponent, que podrá pronunciarse sobre el proyecto a partir del mes de septiembre.
El proyecto consiste en la construcción de un parque fotovoltaico de 0,99 Mw “con almacenamiento para autoconsumo sin excedentes en electrolinera”; es decir, que se trata de una planta de placas solares de un megawatio sin conexión para verter los sobrantes a la red de distribución y, por el contrario, equipada con un sistema de baterías para almacenar ese remanente de energía, que es el que dedicará a suministrar a los automóviles.
El proyecto tiene un presupuesto estimado de 903.534 euros, mientras que el coste de su desmontaje se calcula en 51.000.
La iniciativa se enmarca en los movimientos de posicionamiento estratégico que algunos grupos empresariales están desarrollando ante el incipiente proceso de descarbonización del parque automovilístico en la UE tras una primera fase en la que el despliegue de los cargadores para vehículos se ha centrado en iniciativas del ámbito residencial y del local.
Crecen las iniciativas para la electrificación del transporte
Algunos expertos consideran inminente el comienzo de la electrificación real del transporte por carretera por la combinación de varios factores: el abaratamiento del precio de los tráilers a niveles competitivos, el despliegue de la red de plataformas ferroviarias y de autopistas marítimas, que debería descargar las vías de alta capacidad y fomentar los recorridos de última milla, más apropiados para el vehículo eléctrico, y el encarecimiento del gasoil por la vía de las políticas fiscales.
En ese escenario, comienzan a aflorar proyectos como el aparcamiento seguro del puerto seco de Tamarit, con capacidad para 183 vehículos de gran tonelaje y cargadores eléctricos para suministrarles energía, o como el de la electrolinera de Fonolleres, de dimensiones y capacidad mucho menor que la de Soses pero con una inspiración similar, ambas la A-2.