Los contratados en origen, con alojamiento
El Principat lo plantea para regular el flujo migratorio. Inician contactos con Perú y Ecuador para poner en marcha este modelo
El Gobierno de Andorra busca soluciones para mejorar la gestión del flujo migratorio del país, que está provocando problemas al otro lado de la frontera: poblaciones leridanas como La Seu d’Urgell reciben a gran parte de las personas que son expulsadas del Principat o que se marchan de allí en busca de una solución habitacional, al no poder hacer frente al alto coste de la vivienda. El Ejecutivo andorrano se está fijando en el modelo español de contrataciones en origen para cubrir la falta de mano de obra, que estructura esta modalidad a través del programa conocido como GECCO (gestión colectiva de contrataciones en origen). Este modelo sirve para contrataciones temporales pero también estables. Recoge el compromiso del trabajador de volver a su país de origen cuando acabe el período contractural, pero también establece deberes por parte del empresariado, que van más allá de la cuestión laboral, como por ejemplo asegurar un alojamiento digno a estos empleados, así como la cobertura sanitaria desde su primer día en el país.
Por el momento, Andorra ha sondeado ya administraciones de Latinoamérica. Han iniciado contactos con países como Perú y Ecuador porque los acuerdos con los Estados de origen de los trabajadores son un elemento clave para poner en marcha esta iniciativa.
El flujo migratorio genera debate desde hace meses porque el Principat quiere ejercer más control para no seguir disparando su crecimiento poblacional. Frente a este propósito, los empresarios andorranos piden flexibilizar los requisitos por la necesidad de mano de obra, sobre todo en sectores como la hotelería y restauración.