Rosa Maria Perelló Escoda: «Si no supera una cuestión de confianza, Pijuan ya ha acabado»
Junts está en la oposición con 8 ediles, el partido con más representantes y pide a la alcaldesa que se someta a una cuestión de confianza tras quedarse en minoría por la salida de la CUP del gobierno municipal

Rosa Maria Perelló Escoda
Rosa Maria Perelló es portavoz de Junts por Tàrrega
¿Cómo valora el actual gobierno en minoría?
Es una situación que no se había dado nunca en Tàrrega. Es muy complicado poder gobernar con 6 concejales cuando en la oposición somos 11. Si el diálogo y la voluntad de llegar a consensos destacase en este gobierno, podría ser posible, pero en seis años se ha demostrado que no es así.
¿Habrá moción de censura?
La alcaldesa, Alba Pijuan, tiene que venir al pleno con un presupuesto, no con un nuevo cartapacio, y someterse a una cuestión de confianza. Si el pleno le da legitimidad, podrá continuar con acuerdos puntuales, pero si no, ya ha acabado.
¿Qué piensa de la salida de la CUP del gobierno?
Las desavenencias entre los partidos de gobierno eran evidentes. También era inesperado que la CUP dejase el gobierno. Para mí ha sido una actitud valiente aunque un poco precipitada, porque el principal punto de desacuerdo fue retirado del pleno. Uno tiene que ser consciente que tiene la mayoría con el apoyo de todos y, en este sentido, la CUP no ha engañado a nadie. En nuestro caso dijimos que votaríamos la propuesta más beneficiosa para la ciudad y efectivamente el estudio es incompleto.
Junts se ha mostrado crítico con la municipalización del agua.
Hemos sido críticos con la indecisión de este gobierno porque la empresa redactora se contrató en 2021, hace cuatro años. En la comisión del agua celebrada el 14 de julio vimos claramente que la empresa adjudicataria del informe ha estado al servicio de una parte del gobierno mientras que las peticiones de la otra, que es la que tenía las competencias del agua, no fueron atendidas. Si este gobierno realmente quería municipalizar el agua, podía haber solicitado ayudas a los fondos Next Generation en este sentido y no lo hizo.
¿Cómo valora los dos primeros años de este mandato?
Falta proyecto de ciudad común, cada área ha ido haciendo por su cuenta.
¿Qué proyectos faltan?
Recientemente, el president Illa habló de las dos variantes previstas en Catalunya hasta 2030 y Tàrrega no es ninguna de ellas. Se tendría que apostar firmemente por la más económica a pesar de que sea provisional. También es urgente urbanizar los polígonos industriales porque si no el futuro puerto seco de Anglesola y Vilagrassa nos pasará la mano por la cara. La estación de buses es incompleta, allí tendrían que estar las dependencias de la Policia Local y la oficina de turismo, y así sería posible ampliar la escuela Alba, una larga reivindicación. Además, falta un parking en esta zona, que podría instalarse en los terrenos en los que se anunció la construcción de un centro de refugiados. Finalmente, Tàrrega tendría que ser la sede de una nueva escuela de policía porque pienso que el Govern apostará por trasladar a Tàrrega la cárcel de Lleida porque allí no tiene terrenos.
¿Se volverá a presentar?
Pienso que mi etapa ya está acabada. He hecho un camino largo e intenso con muchas responsabilidades que he tenido la suerte, y la desgracia, de asumir, viviendo la ciudad desde primera fila, y esto es gratificante a pesar del trabajo y la responsabilidad que supone. Tomar decisiones que no gustan a todos, forma parte de este trabajo de servicio público. A pesar de no haber sido fácil, creo que pudimos sacar Tàrrega de una situación caótica con un endeudamiento brutal. Ahora se podría empezar a hacer proyecto y a retornar el esfuerzo que hizo la ciudadanía.