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«Todas las casas de Baén forman parte de la asociación cultural»
Los desplazados se coordinan con el servicio sanitario con semanas de antelación. La salida de usuarios habituales libera plazas

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - EDGAR ALDANA

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - EDGAR ALDANA

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - C. MARSIÑACH

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - C.MARSIÑACH

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - C.SANS

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios. - GENCAT

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios.

La sala de diálisis del hospital del Pallars, en Tremp, dispone de diez monitores para los usuarios.
¿Cómo se gestiona una enfermedad que requiere tratamiento ambulatorio cuando alguien viaja por vacaciones o regresa a su pueblo de origen? La red sanitaria del Pirineo de Lleida, que en verano se tensiona al pasar de 71.000 a más de 92.000 (+29,8%) usuarios potenciales por la afluencia de esos dos tipos de viajeros, permite acceder a las plazas disponibles en servicios como la diálisis del hospital Comarcal del Pallars, en Tremp, para que puedan recibir esos cuidados.
“Hay que diferenciar dos grupos de pacientes: los que siguen tratamientos de base y los que reciben tratamientos agudos como la quimioterapia. Es excepcional que alguien que está recibiendo quimioterapia se desplace y la reciba fuera de su centro de referencia”, explica Felip Benavent, gerente de la región sanitaria del Pirineo.
Paralelamente, anota, hay un espacio intermedio de “tratamientos complejos con disponibilidad limitada, como la diálisis, para el que suele haber alguna plaza excedentaria”. En ese caso, añade, los usuarios “lo saben, contactan, se habla y se organiza la atención en función de la disponibilidad”.
Esos contactos para coordinar los tratamientos de diálisis “se hacen con semanas de antelación”. De hecho, no es nada infrecuente que vecinos que lo requieren y que regresan a sus poblaciones de origen en verano planifiquen esos desplazamientos en funcion de la posibilidad de ser tratados en el Pirineo. Ese flujo se combina con otro de salida que en ocasiones deja plazas libres.
Los tratamientos de temporada suelen tener de dos a cuatro usuarios por turno en centros hospitalarios como el de Tremp, cuya sala de diálisis dispone de diez monitores. “Se lleva un cuadrante y se organiza en función de la gente que necesita la atención”, anota el responsable de la región sanitaria.
Es el único hospital de los tres del Prineo en el que existe esa posibilidad. Los pacientes que requieren tratamiento dialítico en el área de La Seu lo reciben en Andorra, gracias a un convenio con aquel país, aunque está previsto que el nuevo hospital ofrezca ese servicio. Ocurre lo mismo con el de Vielha, en este caso con una distribución entre el Arnau de Vilanova de Lleida, el Comarcal del Pallars y centros del sur de Francia.
Esa no es la única atención sanitaria extra que se presta en el Pirineo durante el verano. “El sintrón no requiere ser administrado en el hospital o el CAP, aunque en ocasiones sí hay que programar visitas en el CAP con el hematólogo para efectuar los controles periódicos cuando se alargan las estancias. Eso no supone una carga de trabajo destacable”, explica Benavent.
Hay otras dos situaciones que sí acaban suponiendo una carga de trabajo importante para el sistema sanitario: los olvidos de la medicación cuya prescripción requiere una visita previa y la prolongación de las estancias que requieren nuevas recetas. “Se les atiende en los CAP o se les deriva al especialista”, según el caso, indica.