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Unos 450 chalets de Lleida, con agua de riego tras excluirlos la CHE del Aragón y Catalunya
Forman parte de 14 urbanizaciones que el organismo estatal dejó fuera del área regable en 2013. Algunas solo disponen de este suministro, mientras que otras disponen también de agua potable

Vista de una de las urbanizaciones de Torrefarrera que reciben agua de riego y no tienen aún conexión a la red municipal de agua potable. - GERARD HOYAS
Unos 450 chalets de 14 urbanizaciones del Segrià reciben agua de riego del canal de Aragón y Catalunya, 8 años después de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) los excluyera del área regable. Lo hizo tras una revisión de la zona de riego, en la que detectó 68,93 hectáreas ocupadas por viviendas y otros edificios que, según el organismo estatal, “en ningún caso se pueden considerar superficies de regadío”. Así consta en la resolución que emitió el 29 de julio de 2013. En ella establece que los propietarios de los terrenos excluidos “deberán solicitar la correspondiente autorización de uso del agua para abastecimiento”.
Diez de estas urbanizaciones están en Alpicat, donde la comunidad de regantes ha dado de baja el suministro de riego a unos 250 chalets basándose en la resolución de la CHE. Por su parte, propietarios de estas viviendas han creado una plataforma que se opone a perder este suministro, que se suma al que reciben de la red municipal de agua potable.
Otra urbanización que consta en la resolución de la CHE reúne medio centenar de chalets en Vilanova de Segrià. También esta recibe tanto agua potable para el consumo humano como de riego para otros usos, como regar huertos y jardines, según fuentes de la asociación de vecinos. Desde la comunidad de regantes indicaron que abordarán en los próximos meses la modernización del riego y estudiarán entonces si procede seguir abasteciendo a fincas urbanizadas. Ambas partes dijeron desconocer la decisión del órgano estatal de excluir urbanizaciones.
Dos urbanizaciones incluidas en la resolución de la CHE suman unos 140 chalets en Torrefarrera, si bien estos carecen de conexión a la red de agua potable. La de riego constituye su último suministro, por lo que la comunidad de regantes descarta interrumpirlo. Las respectivas asociaciones de vecinos, por su parte, indicaron que tramitan conectar sus casas a la red municipal para disponer de un abastecimiento de calidad, en un proceso que se ha prolongado durante años (ver desglose).
A todo ello se suma un pequeño núcleo de nueve viviendas en el término municipal de Lleida.
Obras para dotar a algunas de estas urbanizaciones de servicios mínimos
Algunas de las urbanizaciones excluidas del área regable del Aragón y Catalunya están calificadas como suelo urbano no consolidado. Es decir, que no reúnen las condiciones mínimas que la normativa urbanística exige para declararlas suelo urbano. La lista de requisitos incluye desde un acceso y calles asfaltadas hasta disponer de servicios básicos como alcantarillado y agua corriente. Esto último es, precisamente, lo que falta en los 140 chalets que, según datos del catastro, forman parte de las dos urbanizaciones de Torrefarrera que figuran en la lista de exclusiones de la CHE.
El ayuntamiento y los vecinos han dado pasos para regular la situación urbanística de estas urbanizaciones, algo que pasa por dotarlas de suministro de agua. Fuentes vecinales indicaron que, si bien el consistorio plantea sufragar parte de las conducciones para suministrar a las urbanizaciones, la obra supondrá una elevada inversión para los propietarios de las viviendas, algo que ralentiza el proceso.
En Vilanova de Segrià, el ayuntamiento indicó que la urbanización que la CHE excluyó del área regable del Aragón y Catalunya reúne ya, después de años de obras y trámites, los requisitos para inscribirla como suelo urbano consolidado. Al margen de las urbanizaciones, las parcelas excluidas del riego por la CHE incluyen 14,36 hectáreas ocupadas por otras edificaciones que no tienen usos agrícolas.