La residencia para pilotos en formación del aeropuerto de Lleida-Alguaire ya cuenta con una treintena de alumnos
Se prevé que llegue a la máxima capacidad antes del verano de 2026 y más compañías se interesan en hacer formación

La consellera de Territori, Sílvia Paneque, visitando la residencia de pilotos en formación del aeropuerto de Lleida-Alguaire.
La residencia para pilotos que realizan formación en el aeropuerto de Lleida-Alguaire ya dispone de una treintena de alumnos que están residiendo allí. El edificio modular se ha construido en 10 meses y se encuentra justo al lado mismo de la terminal del aeropuerto. La consellera de Territori, Sílvia Paneque, ha visitado este sábado el equipamiento y ha anunciado que están tramitando un plan especial para poner a disposición nuevos solares para hacer crecer las “oportunidades que se están generando en torno al aeropuerto”. La residencia puede acoger hasta 150 alumnos y se irá llenando progresivamente con previsión de llegar a la plena capacidad antes del verano de 2026. Entre 200 y 300 personas hacen formación en el aeropuerto a lo largo del año.
La residencia para pilotos se ha construido para paliar las dificultades de alojamiento en el entorno más próximo del aeropuerto. El equipamiento incluye aulas, habitaciones, lavandería y una cocina comedor accesible para todos los alumnos.
La consellera Paneque ha recordado que en la última visita que hizo al aeropuerto el emplazamiento de la residencia era sólo un solar y en 10 meses se ha llevado a cabo la obra del edificio, que se ha construido a partir de módulos. El sistema ha permitido ponerlo en funcionamiento este verano aunque todavía quedan “pequeñas obras de urbanización” en su entorno. Acoge alumnos de todo el mundo que hacen clases con la academia de formación lituana BAA Training. La formación tiene una duración de entre 12 y 18 meses y paara los cursos que tienen lugar en Alguaire cuentan con entre 200 y 300 alumnos.
Durante la visita, Paneque ha tenido la oportunidad de conversar con responsables de diferentes empresas de todas partes que trabajan en el aeropuerto. Unos de ellos han sido los representantes de una firma colombiana que han explicado la voluntad de consolidarse en la plataforma leridana con la construcción de nuevas instalaciones. En este sentido, la consellera ha puesto en valor la oportunidad económica y de conocimiento y reconocimiento de todo el movimiento empresarial y de formación que hay el aeropuerto. Por eso, ha asegurado que el Departamento lo seguirá impulsando y ha avanzado que se está tramitando un plan especial con el fin de poner a disposición nuevos solares, nuevos espacios y más metros cuadrados para las nuevas oportunidades que puedan venir y ha añadido que lo quieren hacer de forma “rápida y ágil”.
La comitiva ha aprovechado también para visitar los nuevos hangares próximos a la residencia. Uno de 1.200 metros cuadrados para la misma escuela de formación BAA Training, y otro de 625 metros cuadrados para la empresa leridana de aviación corporativa Vallwing, que opera con aerotaxis.
“la residencia es muy confortable, estoy a dos minutos de la escuela y la pista de vuelo”
Vihaan Vineet es un alumno de 19 años de la India que hace un año que realiza el curso de piloto en el aeropuerto de Lleida-Alguaire y ha explicado que hace una semana que está instalado en la nueva residencia. Ha valorado el equipamiento como “muy confortable” porque está a dos minutos de distancia de la escuela y al mismo tiempo puede hacer las prácticas de vuelo desde este emplazamiento. Asimismo, ha asegurado que el ambiente en la residencia con sus compañeros es muy “amable y bueno”, y que disfrutan de comodidades como gimnasio y otros espacios para hacer deporte.
Restauración del tomillar de Alfés
La consellera de Territori también ha visitado el tomillar de Alfés, a pocos kilómetros del aeropuerto de Lleida-Alguaire y donde precisamente se encontraba el antiguo aeródromo que en un primer momento tenía que acoger el aeropuerto pero finalmente se descartó porque hacía falta proteger la zona medioambientalmente. Allí hay quedado una serie de instalaciones en desuso y ahora el Departamento aprovechará una línea de restauración de espacios naturales para recuperar el “paisaje que tradicionalmente había habido”. Paneque ha remarcado que este trabajo es importante, no sólo en clave de recuperación de paisaje sino también de la biodiversidad que había estado presente.
Dos nuevos miradores en el paisaje
El proyecto incluye la restauración de este espacio natural de 120 hectáreas y aunque se derribarán las antiguas instalaciones del aeródromo que quedó en desuso en el 2015, se conservarán las que están catalogadas como el polvorín y otros elementos históricos fechados de la Guerra Civil, y se construirán dos nuevos miradores para la observación de las aves y el paisaje. El emplazamiento de estos puntos de observación se ha escogido teniendo en cuenta dos factores: minimizar el impacto sobre el hábitat y obtener miradores óptimos para la observación de las aves y del paisaje. Asimismo, se utilizarán materiales acabados en harmonía con el espacio, con el fin de minimizar su impacto paisajístico e integrarlos en un entorno naturalizado.
Uno de los miradores se ubicará en el norte del tomillar, donde ahora está el hangar que previamente se derribará y donde se harán actuaciones de restauración de la cubierta del suelo y de plantación con especies autóctonas. La torre, que será accesible a personas con movilidad reducida, tendrá forma circular y un diámetro de 7 metros. A la parte superior habrá una plataforma mirador de 36 metros cuadrados a una altura de 5 metros y el acceso se hará a través de una roquera circular que rodeará el edificio.
Esta torre también será un centro de recepción, con servicios para los visitantes. Para poder cubrir las necesidades energéticas se instalará una placa fotovoltaica en la misma estructura de la torre mirador.
El segundo mirador se ubicará en la zona sur del tomillar, muy cerca donde se encuentra un nido de ametralladoras, uno de los elementos patrimoniales que se conservarán. Se trata de una estructura tubular con la parte superior en forma cónica invertida con una altura total de 9,20 metros. La plataforma del mirador se situará a unos 8 metros del suelo y tendrá una superficie de 13,30 metros cuadrados. El acceso se hará a través de una escalera de caracol en torno al eje central de la infraestructura de la torre.
El último gran páramo de Cataluña con aves protegidas
Desde el Departamento se acuerda de que esta zona constituye el último gran páramo de Cataluña donde viven aves protegidas vulnerables o en peligro de extinción como la alondra de Dupont, la terrera vulgar o la ganga. También destaca la riqueza y singularidad de sus comunidades de invertebrados o de plantas, adaptadas a las condiciones de pluviometría baja y suelos ricos en carbonatos, que son además una fuente esencial de alimento para los pájaros.
Les obras se podrían licitar antes de final de año y, a partir del tercer trimestre de 2026, podrían empezar los primeros trabajos. Entre los meses de abril y agosto no se puede llevar a cabo ninguna actuación en este espacio natural, ya que es época de nidificación y cría. El presupuesto del proyecto asciende a 1.358.424,70 euros.