Retiran el amianto de la cubierta de los depósitos
Se invierten 83.000 euros en renovar el techo y eliminar este producto. ‘Bypass’ para garantizar el suministro de agua

Operarios retirando la cubierta de los depósitos de agua. - A. ALBESA
Albesa ha iniciado los trabajos para retirar la antigua cubierta de fibrocemento con amianto de los depósitos municipales de agua potable. La actuación comenzó el pasado lunes con la retirada del material, y el próximo lunes se procederá a la instalación del nuevo techo, totalmente seguro y libre de este elemento contaminante.
Según explicó el alcalde, Antoni Balasch, las obras, a cargo de la empresa concesionaria del servicio del agua, Cassa, no afectarán en ningún momento al suministro de agua del municipio. “Se ha habilitado un bypass que permite que el agua no pase por el depósito, sino que llegue directamente desde el pantano de Santa Ana”, dijo. El primer edil explicó que el objetivo principal de esta intervención es garantizar la seguridad de los vecinos y evitar cualquier interrupción del servicio durante las tareas de sustitución. El coste total de las obras supera los 83.000 euros, de los cuales 27.622 euros proceden de una subvención de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA). Balasch explicó que se ha optado por ejecutar las dos fases de manera consecutiva, primero la retirada del amianto y después la instalación de la nueva cubierta, para reducir los plazos de intervención y minimizar las molestias a los vecinos.
Esta actuación se enmarca dentro del proceso de eliminación progresiva del amianto en las infraestructuras públicas y privadas de Catalunya. La Generalitat presentó en 2023 un plan integral que prevé la retirada total de este material contaminante antes de 2032, mediante un sistema de ayudas destinado tanto a administraciones como a particulares y empresas. Paralelamente, el Parlament tramita una ley sobre el amianto, que convertirá en obligatoria su retirada y establecerá sanciones económicas para los titulares de edificios que no cumplan con la normativa. En la provincia de Lleida hay, según datos de la Generalitat, más de 40.000 cubiertas con este material, pero solo se han registrado 400 solicitudes de ayuda para su retirada.