AGUA
Un tratamiento químico blindará las redes de agua de 20 municipios ante el mejillón cebra
La CHE aplicará en la potabilizadora de la Mancomunitat d’Aigües de Pinyana un sistema de fluoculación y filtrado para interceptar moluscos y larvas. La especie coloniza los tres embalses del Ribagorçana

El mejillón cebra ha alcanzado densidades de hasta 40.000 moluscos por m2 en redes de agua de Lleida. - ANTONI PALAU
La estación potabilizadora de la Mancomunitat d'Aigües de Pinyana, que da servicio a veinte municipios del Segrià y la Noguera que suman más de 200.000 habitantes, dispondrá de un sistema de fluoculación y otro de filtrado que blindarán frente al riesgo de colonización por el mejillón cebra tanto la estructura central del servicio como las redes locales de cada una de esas localidades.
Fuentes de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) explicaron que una vez finalizada la revisión de la planta potabilizadora de Pinyana, cuyo equipamiento ha quedado obsoleto tras llevar desde 2010 construida pero sin prestar servicio, esta pasará a operar con “un proceso físico-químico de floculación, filtración, desinfección y línea de fangos”.
La combinación de esas dos primeras fases permitirá, salvo sorpresas o imprevistos, interceptar tanto los ejemplares formados de mejillón como las larvas y evitar su acceso a la red de distribución y, desde ella, a las redes locales.
La fluoculación es un proceso que consiste en agrupar las bacterias, microorganismos y micropartículas en flóculos, o granos de mayor tamaño, mediante la aplicación de productos químicos. Eso facilita que después puedan ser extraídas del agua en el filtrado. El tercer paso, el de la desinfección con una primera aplicación de cloro, sería el último filtro de seguridad.
“La planta ya existe, no se modifica su diseño. Lo que se hace ahora es una revisión, sustitución de los dispositivos inoperativos y una puesta a punto”, señalan fuentes del organismo de cuenca, que ha licitado esa actuación por 762.010 euros con un plazo de ejecución de siete meses.
La potabilizadora capta el agua en el embalse de Santa Anna, en el Ribagorçana, en el que se confirmó el año pasado la presencia de ejemplares adultos de mejillón cebra, mientras que tanto en Canelles como en Escales la CHE ha detectado larvas. El molusco invasor, que tiene una asombrosa capacidad para colonizar espacios húmedos, especialmente tuberías y balsas, se encuentra en los tres grandes embalses de ese río, desde la que se abastece una de las mayores redes de agua de boca de la cuenca del Ebro.
“Los tratamientos de depuración eliminan los ejemplares de mejillón cebra en el proceso”, mientras que “las larvas desaparecen” con la fluoculación y el filtrado. Esa técnica se aplica habitualmente para “retirar del agua concentraciones de compuestos químicos y bacterias que puedne resultar nocivos”, indican las mismas fuentes.
“Hay que estar vigilantes con la toma de la potabilizadora -añadieron- ya que es muy posible que haya que realizar tareas periódicas de mantenimiento para evitar la obturación de conductos” por el mejillón cebra. La gestión de la potabilizadora será asumida por la Paeria de Lleida cuando la CHE la ponga en marcha.