MEDIO
Un biólogo del CSIC especializado en ornitología, sobre las zepas: “La Administración genera problemas con su actitud”
El ecologismo lleva décadas pidiendo compensaciones para los payeses que no llegan. No hay órganos de gestión de las zonas de especial protección para las aves

Una de las fincas ubicada en una zepa y gestionada desde criterios medioambientales.
“La actitud de la Administración genera muchos problemas. A los agricultores que viven en los secanos declarados zepa hay que compensarles de alguna manera. Es de perogrullo. Son los que viven allí”, plantea David Serrano, biólogo del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) especializado en ornitología que trabaja en la Estación de Doñana.
A la creación de las zepas de los secanos de Lleida (más de 40.000 hectáreas) de manera simultánea a la puesta en marcha del canal Segarra-Garrigues le han seguido según los afectados quince años de dejadez de la Generalitat, el Estado y la UE, que siguen sin crear un órgano rector para arbitrar la compatibilización de la explotación y la conservación del medio. Ello ha dado lugar a un conflicto entre afectados, que son quienes abogan por atenuar esas restricciones para facilitar el cultivo de la tierra y su transformación en regadío y los partidarios de la protección del medio, que reclaman sin éxito su activación y medidas de apoyo al agricultor. “La intensificación de los sistemas productivos en general es un problema para la conservación de la biodiversidad. Muchas aves esteparias no pueden completar su ciclo vital en un terreno de regadío”, señala Serrano. “Pero también es verdad —anota— que esos secanos con sistemas agrarios muy poco productivos. Y no puede pagar el pato el agricultor de esa zona”. “Es normal que la gente no entienda que no puede hacer algo que un poco más allá sí es posible”, indica.
Las aves esteparias que pueblan los secanos de Lleida son “las que han sufrido un mayor declive en la UE” en el último medio siglo. Y, en este caso, las medidas de protección asociadas a las zepas han frenado esa mengua. “Es de los pocos lugares donde ha ocurrido”, añade.
En el área del Segarra-Garrigues, la Generalitat destina cada año 3 millones de euros a la gestión de fincas de zepas siguiendo la DIA (Declaración de Impacto Ambiental del canal) de 2010. A través de la adjudicataria, ASG, alquila 3.400 hectáreas agrarias y las gestiona siguiendo los criterios marcados por los ornitólogos en una comisión de seguimiento con representantes de varios sectores.