AGUA
El agua del embalse de Oliana contiene microalgas con toxinas anfetamínicas
Las cianobacterias proliferan en los embalses del Segre y llegan al de Riba-roja

El embalse de Oliana se encuentra aguas arriba de los de Rialb, Utxesa y Riba-roja.
Las aguas del embalse de Oliana contienen un microorganismo vegetal de tipo cianobacteria llamado Aphanizomenon klebahnii o Aphanizomenon flos-aquae, cuya ingesta puede tener efectos psicoactivos similares a los de la anfetamina o el MDMA ya que genera una neurotoxina llamada fenitelamina, emparentada con esa familia de fármacos.
Los trabajos de control de la calidad del agua que desarrolla la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) en los embalses de la cuenca ha detectado en las aguas del pantano de Oliana la presencia de la cianobacteria Aphanizomenon klebahnii, según reseña el ETI (Esquema de Temas Importantes) del PHE (Plan Hidrográfica del Ebro), en fase de consulta pública desde el 28 de noviembre.
Ese alga, conocida también como Aphanizomenon flos-aquae, produce una neutotoxina llamada fenitelamina, presente en alimentos como el chocolate y de rápida metabolización. Tiene efectos euforizantes similares a los de las anfetaminas y algunas drogas de síntesis como el éxtasis y el speed.
La dosis mínima psicoactiva de la fenatilamina se sitúa en los 20 miligramos, lo que requiere una ingesta abundante. Y hay que tener en cuenta que las redes municipales de agua incluyen sistemas de potabilización, y en ocasiones también de fluoculación, para eliminar microorganismos.
El ETI centra su apartado sobre la gestión ambiental de los embalses en la eutrofización, es decir, en los efectos que generan los aportes elevados de nutrientes inorgánicos, principalmente nitrógeno y fósforo y habitualmente procedentes de las actividades agrícolas y ganaderas. “Un ambiente eutrofizado es aquel que contiene un exceso anormal de nutrientes”, resume. Y el “aumento de la concentración de compuestos de nitrógeno y fósforo”, añade, provoca un crecimiento acelerado de cianobacterias, algas o plantas acuáticas superiores” que provoca “trastornos negativos en el equilibrio de las poblaciones biológicas”.
La presencia de las cianobacterias, algas verdeazuladas de tamaño microscópico que generan mediante la fotosíntesis la energía con la que viven, suele entrañar riesgos para las personas por los efectos tóxicos que genera la ingesta de las cianotoxinas que producen. Normalmente, esos efectos se manifiestan con síntomas como irritaciones e inflamaciones en la piel, el hígado y los conductos gástricos y, en ocasiones, causan desequilibrios neurológicos, como parálisis de distintas intensidades.
Las campañas de la CHE han detectado en Oliana cinco tipos de cianobacterias, “todos potencialmente productores de cianotoxinas”, desde 2019. En esa “gran variedad de especies”, las de “mayor abundancia” son la Aphanizomenon klebahnii y la Aphanizomenon gracile, reseña el ETI. La segunda tiene efectos tóxicos habituales.
En Rialb han localizado cinco tipos y en Utxesa más de una docena, la mayoría tóxicas, desde 2016. En Riba-roja y Mequinensa han aparecido cuatro desde 2022.
En todos ellos, salvo en Oliana, hay captaciones de agua de boca, caso de la Mancomunitat de Les Garrigues, los municipios que se abastecen del Segarra-Garrigues y el Canal d’Urgell y algunos del sur del Segrià.
En Riba-roja se han observado “episodios de presencia de especies flotantes” en 2006, 2009, 2019, 2021, 2022, 2023 y 2024. En uso de ellos, el de 2021, “se puede determinar que el origen de estas especies flotantes es del río Segre”.