SEGRE

BOVERA

El consistorio busca local para abrir una tienda de alimentos

Se sumará a la panadería y al bar del local social para evitar la pérdida de vecinos

La fleca de Bovera, que va reobrir el gener del 2023 després d’estar un any tancada.

La panadería de Bovera, que reabrió en enero de 2023 tras estar un año cerrada. - O.A.

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El ayuntamiento de Bovera está buscando un local para abrir una tienda de alimentos y, de este modo, garantizar la atención a los vecinos y evitarles desplazamientos a Lleida o a Flix. Según el alcalde, Òscar Acero, se han encontrado dos inmuebles y se está negociando con los propietarios para ver cuál de ellos es el más ventajoso para su adquisición o cesión, si es posible. La intención es que pueda entrar en funcionamiento este año, ya que la población no cuenta con un establecimiento de este tipo. Se sumaría a la nueva panadería y el bar del local social. Ofrecer el mayor número de servicios es uno de los objetivos del consistorio para evitar las pérdida de habitantes. “Es necesario que un pueblo ofrezca lo básico para que los vecinos vivan a gusto y no tengan la necesidad de desplazarse. Es vital para frenar la despoblación”, remarcó Acero.

Esta actuación se financiará con los fondos de transición nuclear, que se destinarán a la adquisición del local y su reforma. “Una vez esté habilitado, buscaremos a una persona o familia que se quiera hacer cargo del negocio, o bien sacaremos a concurso su explotación. No queremos que sea un pequeño ultramarinos sino un establecimiento en el que se pueda encontrar de todo”, dijo el alcalde. En este sentido, el ayuntamiento no descarta que lo pueda gestionar alguna franquicia. La tienda se sumaría a la panadería que se reabrió en enero de 2023 tras estar un año cerrado. Estuvo inactiva más de 15 años hasta que, en 2020, se contrató a una familia que luego abandonó la población. También al bar del local social, que ofrece servicios de comedor desde finales de 2021.Por otra parte, Acero indicó que siguen a la espera de informes para proseguir con las obras para restaurar un arco románico de la iglesia de Sant Josep. Quedaron paralizadas tras quejas vecinales, de la oposición y una inspección de Cultura. Según el alcalde, informes y obras supondrán un sobrecoste de más de 12.000 euros.

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