David Bastidas, un peruano estudiando para ser camionero en un pueblo de menos de 1.000 habitantes de Lleida: "No es lo que nos prometieron"
Estudiando en la British Formación de Castelldans, reconoce que tiene compañeros que han tenido que pedir ayudas para salir adelante

David Bastidas, uno de los camioneros en formación, a la derecha, con un compañero.
La vida en Castelldans ha cambiado el último año. El motivo es la llegada de una empresa privada, British Formación, con sede en Mollerussa, que ha convertido la falta de camioneros en el conjunto del Estado en un modelo de negocio singular. Amparada en un convenio interministerial que permite a extranjeros llegar al Estado para formarse como transportistas y trabajar, la firma acoge cada mes centenares de alumnos, principalmente procedentes del Perú, que ven la conducción de camiones una vía de entrada legal en Europa.
Uno de ellos, David Bastidas, peruano que llegó a Castelldans con la ilusión de “mejorar la capacidad económica familiar y progresar profesionalmente”, reconoce que la realidad encontrada difiere de la que se esperaba. “No es lo que nos prometieron. Les gastos se duplican y los reclutadores nos dan poca información en origen. Hay compañeros que incluso acaban pidiendo dinero para subsistir”, lamenta.
John Franklin, de Colombia, ha trabajado 20 años como camionero en su país. Después de finalizar un contrato, decidió invertir la indemnización recibida en esta aventura profesional. Reconoce que venir por cuenta propia es más complicado, sobre todo, por la dificultad de encontrar alojamiento, pero valora que el proyecto de British Formación lo facilita. "Es una buena oportunidad para trabajar", explica.