El mayor temporal de nieve de este invierno corta carreteras y cierra pistas de esquí

A pocos días de que el invierno llegue a su fin, el mayor temporal de nieve del invierno azotó el sábado las comarcas del Pirineo dejando espesores de nieve de más de medio metro y con numerosas afectaciones al tráfico y cerró estaciones de esquí. La nevada obligó a utilizar cadenas para circular por una treintena de carreteras y se registraron varios desprendimientos de rocas sobre las calzadas que afectaron la circulación. El más grave, el que cortó el Eix Pirinec, la carretera N-260 entre La Pobla de Segur y Gerri de la Sal (Baix Pallars). 

Los Mossos d’Esquadra desviaron el tráfico por la carretera L-503, que conecta Senterada con Peramea y que pasa por La Pobleta de Bellveí, que quedó colapsada por el exceso de tráfico y por acumulación de nieve. En esta carretera se registraron retenciones hasta bien entrada la tarde, según el Servei Català de Trànsit. Por la noche, el tráfico se desvió por el Port del Cantó (N-260) y la C-14. A pesar de que la carretera quedó despejada a lo largo de la misma tarde, el subdelegado del Gobierno, José Crespín, informó a los alcaldes de la zona que la vía seguirá cortada hasta que técnicos del ministerio de Transportes inspeccionen el lugar hoy a primera hora.

La acumulación de nieve obligó a prohibir la circulación de camiones por la N-230 entre Vilaller y Vielha, por la N-260 entre el Pont de Suert y Sarroca de Bellera y entre Ribera d’Urgellet y Sort. La cota de nieve bajó hasta los 700 metros, por lo que Protección Civil activó la fase de alerta del Neucat en las comarcas del Pirineo y el Prepirineo. En cotas altas las nevadas fueron más importantes, llegando a forzar el cierre de las estaciones de esquí de Espot y Port Ainé.

Fuentes de FGC explicaron que está previsto que las estaciones abran hoy sin incidencias. La estación de Tavascan tuvo que demorar la apertura de sus remontes por riesgo de avalanchas, pero abrió tras llevar a cabo aludes controlados. En la estación de Port del Comte, en el Solsonès, una avería eléctrica dejó el complejo paralizado, sin electricidad ni cobertura de telefonía. Este incidente provocó el paro de los telesillas y remontes y atrapó a algunos de los esquiadores que tuvieron que ser evacuados a media mañana por miembros de la propia estación y gracias al motor de evacuación. El sábado en el complejo había más de un millar de personas. 

La nevada fue copiosa en cotas más bajas del Solsonès como en la Llosa del Cavall o Sant Llorenç de Morunys. Desde primera hora de la mañana los operarios de carreteras trabajaron con las máquinas quitanieves para dejar limpias las calzadas. El alcalde de La Coma i la Pedra, Gerard Bajona, aseguró que hacía años que no se registraba una nevada como la del sábado, con más de 50 centímetros de nieve. Pasado el mediodía, la gran nevada se convirtió en lluvia intensa.

El temporal de nieve y lluvia que azotó el sábado las comarcas leridanas provocó también que se registraran al menos ocho desprendimientos de piedras y rocas que afectaron a la circulación de varias carreteras del Pirineo y Prepirineo. Las vías más afectadas fueron el Eix Pirinec, la N-260 entre La Pobla de Segur y Baix Pallars, en la zona de la Font de la Figuereta, la C-1412b en la Baronia de Rialb; la carretera C-13 en Talarn; la C-1311 en Tremp, en Gavet de la Conca en la carretera L-911, en la carretera local de la Torre de Capdella, según informaron el sábado los Bomberos de la Generalitat. 

En la mayoría de los casos solo con la intervención de los Bomberos fue suficiente para limpiar las calzadas y restablecer la circulación con normalidad, salvo en la N-260, donde hasta hoy no está previsto que se evalúe la ladera desde donde se desprendió la roca y se determinará su apertura de la carretera al tráfico. La acumulación de agua en las montañas después de episodios de sequía provoca movimientos de tierra en las laderas que agrieta las rocas y acaban cayendo. 

Lleida registró 115 desprendimiento de rocas en carretera en 2018, un año récord de lluvia, y las comarcas del Jussà y el Sobirà fueron las más perjudicadas por los movimientos de terreno sobre las carreteras.

Conductores atrapados en el túnel del Cadí y Junts pide explicaciones

Las intensas nevadas en la Cerdanya y el Berguedà complicaron la circulación en la C-16 y provocaron que varios vehículos se quedaran atrapados por la nieve en esta zona. Lo denunció Junts, que pidió la comparecencia en el Parlament del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, para dar explicaciones. Criticaron una “falta de previsión”.Las lluvias de los últimos días y la nieve caída beneficiarán en breve las reservas de los pantanos cuando todavía se está saliendo de una prolongada sequía que ha afectado gravemente a la cuenca del Segre. Si en cotas altas de Boí y Espot cayó medio metro de nieve, en Vilanova de Meià fueron 31 litros de agua y en Solsona, otros 30.

Piden precaución ante el peligro de aludes

El Centre de Lauegi aranés calificó el sábado de “complicada” la situación de peligro de aludes en el Pirineo tras el temporal, con especial atención a las placas de viento y de nieve reciente, que serán generalizadas y frágiles. El grado de peligro era notable en Lleida, a la espera del boletín para hoy, mientras que Andorra activó una prealerta indicando un peligro “muy fuerte” de grado 4 sobre una escala de 5.

Turistas pierden el control de su coche en la C-28

Los Bombers tuvieron que ayudar a los servicios de asistencia en carretera a desencallar un coche empotrado en la valla protectora de la C-28 en el Port de la Bonaigua. Lo conducían una pareja de turistas que perdieron el control del vehículo por la nieve acumulada en la calzada y tuvieron que ser rescatados por los Bomberos.

Nevada copiosa en Sant Llorenç de Morunys

En Sant Llorenç de Morunys hacia años que no se registraba una nevada de estas características, donde las máquinas quitanives tuvieron que trabajar durante toda la jornada para limpiar las carreteras de acceso al municipio. Se acumularon entre 30 y 50 centímetros de nieve en distintas zonas de la comarca del Solsonès. La nieve tiñó de blanco el entorno del pantano de La Llosa del Cavall, según avanzó TV3.

Hasta 50 centímetros de nieve y 30 litros de agua

La nevada dejó espesores de entre 30 y 50 centímetros de nieve nueva, en La Vall de Boí y en cotas altas del Pallars. La nevada fue generosa también en la zona sur del Pirineo, como en La Seu d’Urgell o El Pont de Suert. En cuanto a las lluvias, fueron generalizadas y alejan en Lleida el fantasma de la sequía. En Camarasa fueron 21 litros y en Lleida, más de 6.