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Muere a los 97 años Lluís Trepat, pintor de Tàrrega y artista de referencia

Dejó los pinceles a los 80 años tras iniciarse en la pintura a los 18 y explorar varios estilos

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Lluís Trepat, pintor de Tàrrega y referente de la pintura leridana, falleció ayer a los 97 años en su residencia de Fogàs de la Selva. La alcaldesa de la capital del Urgell, Alba Pijuan, lamentó la pérdida de unos de los pintores más destacados que ha tenido la ciudad. Recordó que la sala Marsà ha expuesto su obra y que sus trabajos también están presentes en la colección del ayuntamiento. Para el escritor y activista cultural de Tàrrega Xavier García, “la suya fue una apuesta arriesgada por la pintura y el dibujo. Era un hombre que creía en lo que hacía. El suyo era un expresionismo radical, ajeno a los artistas que se quedaron aparcados en unos resultados, Trepat era un pintor que arriesgaba”.

Posiblemente por este motivo tenía una relación muy especial con Guillem Viladot, con quien compartió diversas exposiciones y libros, y con quien se implicó en la organización de la Trobada d’Artistes de les Pallargues, ideada por el arquitecto Josep Mora en 1995. De hecho, recuerda García que que cuando el Institut d’Estudis Ilerdencs realizó el libro de los maestros de la pintura de Lleida, “Trepat fue el que abrió el libro”. García destaca también la ironía siempre presente en su trabajo y conversación. Recordó que cuando un periodista les preguntó “que sent quan pinta” Trepat contestó: “la radio”. Aparte sus dibujos y pinturas, en 2011 Tàrrega le publicaba a través de la colección Natán el volumen Vuit contes y un entremes y pocoantes Rampataplam dedicado a sus memorías infantiles.

Trepat dejó los pinceles a nivel profesional a los 80 años. Se había iniciado en la pintura a los 18. Expuso en Lleida en 1946, en Tàrrega en 1947, en Barcelona en 1950 y fue a París en 1951. Estuvo algún tiempo en Holanda, donde expuso en Amsterdam (1952) e ingresó obras en el museo municipal de aquella ciudad. De nuevo en Lleida, pintó murales para la iglesia de Santa Magdalena (1959) y ganó la medalla Jaume Morera en 1961. En 1962 se afincó en Barcelona. Se inició con temas figurativos populares y hacia 1955 pasó a la abstracción, primero tachista y después constructivista para reencontrar, por último, la figuración expresionista. En 1990 Después de jubilarse hizo cursos de dibujo en el Instituto del Teatro de Barcelona. En 1995 se trasladó con su mujer a vivir definitivamente en Fogars de la Selva, tiene cinco nietos

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