Lleonard Delshams, fotógrafo: «Siurana o Jordi Pujol no ponían problemas a la hora de las fotos»
Entrevistamos al autor del libro de Sant Jordi que SEGRE regalará por la 'diada'

Leo Delshams, en la era del revelado de las fotografías
Pocos se imaginan que usted nació al otro lado del Atlántico.
Sí, sí. Cuando lo explico siempre hay gente que piensa que bromeo. Nací en 1956 en Bogotá, en Colombia. Mi abuelo y mi padre se fueron de Lleida en aquella dura posguerra a buscarse la vida por Sudamérica.
Pero lleva más de medio siglo a Lleida.
Llegué a la ciudad a los 10 años con mi abuelo. Mis padres y hermanos vinieron dos años después. Mi abuelo tenía una cerrajería artística en la avenida Catalunya, justo al lado del taller de Leandre Cristòfol.
¿Cómo llegó a la fotografía?
Después de pasar por el instituto Màrius Torres me fui a Barcelona a estudiar fotografía a la Escuela de Medios Audiovisuales, aunque antes de volver a Lleida tuve que cumplir con la mili, en Almería.
¿Y después entró en SEGRE?
No, todavía no. Empecé a trabajar en la agencia de publicidad Baró-Vicente. Y unos años después, en 1982, contactó conmigo Juan Cal porque aquel nuevo proyecto de diario, que nació en un piso de la rambla Ferran, buscaba a un fotógrafo para la sección de fotomecánica, para las planchas de fotolitos que se utilizaban en aquella época para la impresión de las páginas. El año siguiente ya empecé a trabajar como fotógrafo en la redacción. Y así hasta el 2019.
¿De los centenares de personajes que han pasado ante su objetivo, cuál recuerda como más fotogénico?
Uno de los que más retraté fue el alcalde Antoni Siurana. Es una persona muy agradecida y siempre se ha dejado hacer muy bien las fotos, es muy expresivo. En este sentido, Jordi Pujol tampoco ponía nunca ningún problema a la hora de las fotos. En cambio, entre los políticos más insípidos delante de la cámara, sin duda tengo que citar a José Montilla.
También debe tener su lista de personajes favoritos.
Uno de los que siempre me encantó fue el desgraciado Pepe Rubianes, muy simpático, se ponía para la foto cómo tú quisieras, sin problemas. Al igual que el artista Perico Pastor. Y recuerdo a la peña de La Fura dels Baus, que les pedí que subieran a un muro a casi dos metros del suelo y lo hicieron sin quejarse.
Y los más mediáticos.
Retraté en 1985 una jovencísima Ágatha Ruiz de la Prada desfilando ella misma en la boutique Domingo's. Y el año siguiente el Vaquilla en un juicio que atrajo en Lleida toda la prensa de España. Recuerdo también con afecto la actuación a Barcelona de Freddie Mercury y la Caballé, cuatro años antes de los Juegos Olímpicos. Y claro está, también del presidente del Barça Josep Lluís Núñez. La lista es larga.