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ENTREVISTA

Puri Terrado, exdirectora del Auditori Enric Granados: «Hay gente que va a Barcelona a ver artistas que ya han ido al Auditori»

Una semana después de jubilarse, la pianista y gestora cultural leridana pasa balance a 18 años al frente del principal equipamiento musical de Lleida y a las necesidades de un edificio que ha cumplido tres décadas

Puri Terrado, directora del Auditori Enric Granados de Lleida hasta el 1 de julio, cuando se jubiló. - MAGDALENA ALTISENT

Puri Terrado, directora del Auditori Enric Granados de Lleida hasta el 1 de julio, cuando se jubiló. - MAGDALENA ALTISENT

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Entró en el Conservatori de Lleida hace poco más de 40 años, en 1984, y desde 2007 fue la responsable del Auditori Enric Granados. Hasta el pasado 1 de julio. La pianista y gestora cultural Puri Terrado cumplió 65 años y se ha jubilado, dejando atrás casi dos décadas al frente del principal equipamiento musical de la capital del Segrià. En esta entrevista, rememora 18 años lidiando con artistas y presupuestos, programación y recortes. También desvela lo que no ha podido conseguir y deja algunos ‘encargos’ para abordar ahora que el edificio acaba de cumplir tres décadas.

Después de tantos años en el Auditori, ¿cómo es el día después?

Pues el primer día de jubilada no fui al despacho, pero no he podido evitar regresar porque había cuestiones administrativas ‘abiertas’ y unas cuantas cosas por hablar del traspaso. Ahora es muy diferente de cuando cogí la dirección, en 2007. En aquella época solo tenías que programar el cartel artístico. En cambio, ahora hay una gran cantidad de actividades paralelas y burocracia, convenios, subvenciones... Todo resulta más complejo y aún no he podido ‘cerrar’ el trabajo del todo.

¿Vinculada desde joven a la pedagogía musical, ¿le costó aceptar este cargo hace 18 años?

Cuando me lo propusieron desde la Paeria, me costó unos días decidirme. Y es que en el Conservatori no solo éramos un equipo directivo sino también un grupo de amigos. Pero yo también había estudiado Derecho y un máster en gestión cultural y pensé que dirigir el Auditori Enric Granados sería un reto muy potente.

Y justo unos meses después, en 2008, arranca la crisis económica.

Ya había confeccionado una programación y pensé con toda la inocencia que no se podría tocar el presupuesto. Claro, a final de año me encontré con la ‘sorpresa’ de un gran recorte económico y ni me acuerdo de los equilibrios que tuve que hacer para anular compromisos. Y durante los años siguientes tampoco se recuperaron las cifras anteriores. En este mundo de la música se trabajan las agendas y contratos con mucha antelación, y con presupuestos anuales se hace complicado.

Hasta entonces, habían pasado por el Auditori grandes estrellas de la lírica y el jazz, desde la Caballé a Chick Corea o Bebo Valdés. Y usted se ‘atreve’ a programar ¡a Sergio Dalma y David Bustamante!

Bueno, es que hemos de buscar nuevos caminos para llegar a todo tipo de público diferente. Hay muchos perfiles de grupos sociales en Lleida que tenemos que explorar. Por ejemplo, el año pasado prácticamente llenamos la sala sinfónica con un concierto de una cantante bereber. Hay que atreverse.

También le salió competencia en ‘casa’.

Claro, al ponerse en marcha la Llotja tuvimos un nuevo gran escenario en Lleida. El concepto con el que ahora trabajamos en la Paeria es que el Auditori, la Llotja y el Escorxador son tres salas de un mismo equipamiento. Y tampoco hay que ofrecer cada día un concierto porque la ciudad no puede asumir más oferta. De hecho, también ocurre un fenómeno como mínimo curioso: hay gente de Lleida que se va a Barcelona a disfrutar de artistas o formaciones musicales que hemos traído al Auditori. Supongo que puede resultar más glamusoro ir al Liceu o al Palau de la Música.

¿Qué artista o grupo le ha costado más que viniera a Lleida?

Los que me han costado mucho, no los he llevado. Siempre ha sido, claro, por la economía. Haces números y ves que resulta inviable. He tenido mis espinitas, que me hubiera encantado poder traer a Lleida y no ha sido posible: la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli y el tenor peruano Juan Diego Flórez, uno de los mejores del actual panorama musical. No podemos permitirnos sus cachés, no nos saldrían las cuentas. Otra figura que me habría gustado traer es a la china Yuja Wang, virtuosa del piano de renombre mundial, pero el precio es nuestro gran handicap.

Hablando de estrellas, ¿alguna petición o exigencia de divos?

En el ámbito de la clásica, la pianista Martha Argerich nos pidió un piano en el hotel para poder practicar a todas horas. Y muchos artistas agradecen el trato familiar. El brasileño Luiz de Moura, por ejemplo, era feliz si lo invitaba a comer a mi casa. En el ámbito de la música moderna siempre nos piden lo mismo: una nevera, y lo que va dentro... Nuestra política siempre ha sido la de repartir únicamente agua.

¿Ha dejado una lista de cosas pendientes?

Hay que modernizar la sala de cámara con prestaciones para conciertos más modernos. El Auditori sigue sin contar con una sala de ensayo y falta también un almacén para guardar instrumentos. Y también sería necesario comprar un piano Steinway nuevo, el que hay ya tiene 30 años.

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