Situación insostenible

El clima de crispación y el mal ambiente que se vive entre las peñas y la junta directiva del Lleida Esportiu, que ha derivado en un desolado y vacío Camp d’Esports, va en aumento con el paso de las semanas y, de ahí, que cada vez haya más voces desde instancias superiores que aboguen por resolver el problema. El presidente de la Federación Catalana de Fútbol, el leridano Andreu Subies, dijo ayer que “no tengo respuesta a los problemas que hay en el Lleida, pero lo que está ocurriendo me parece muy grave”. Además, aseguró a futbolcatalunya.com que “nadie del club se ha puesto en contacto conmigo para explicarme qué ocurre. Lo problemas del Lleida ya están en manos de los comités correspondientes. Ellos decidirán”, añadió.

Cabe recordar que el comité de apelación de la Federación Catalana tratará hoy el recurso que ha presentado un grupo de 29 seguidores (17 en una primera instancia a los que luego se añadieron doce más) afectados por el veto para acceder al Camp d’Esports. Por tanto, de la lista de 57 vetados que comunicó el Lleida antes del encuentro ante el Atlètic Balears del pasado 30 de octubre, son ya la mitad los que han denunciado su situación ante la FCF, a la que solicitan la suspensión “provisional y urgente” de la prohibición de acceder al recinto municipal.

En la FCF nunca habían recibido reclamaciones de tantos aficionados y de un club de categoría tan alta

En la FCF calificaron ayer de “insólita y sin precedentes” este recurso-denuncia ante Apelación por parte de los seguidores leridanos. “Reclamaciones de socios o de padres de futbolistas en el caso del fútbol base sí que nos habían llegado, pero nunca de este nivel cuantitativo por el número de aficionados y cualitativo al tratarse de un club importante de nuestro fútbol como el Lleida”, manifestó a este diario el responsable de los servicios jurídicos de la FCF, Oriol Camacho.

Por su parte, el alcalde Àngel Ros instó ayer a club y peñas a encontrar una solución. “Creo que se ha de resolver este conflicto. Por eso hago un llamamiento a la directiva y las peñas para que encuentren un punto de diálogo y que, en definitiva, se doten de los mecanismos de mediación que sean necesarios porque yo creo que el Lleida es un club referente de nuestra ciudad y lleva el nombre de Lleida por todos los lugares”. Respecto a si aceptaría un papel de mediador señaló: “Lo deben plantear ellos, club y peñas. Lo que sí les pido es que resuelvan esta situación porque hace mal al club en cuanto a imagen social e incide también en los resultados”.