Medalla histórica

Regino Hernández hizo ayer historia en Pyeongchang al ganar el bronce en la prueba olímpica de ‘boardercross’, terminando con la sequía del deporte español en los Juegos de Invierno, que se extendía desde 1992 con la tercera plaza de Blanca Fernández Ochoa en el eslálom de Albertville.

Las miradas estaban puestas en Lucas Eguibar, subcampeón del mundo, pero el vasco no pudo alcanzar las rondas decisivas tras sufrir una caída en la ronda de octavos, dónde también fue eliminado Laro Herrero. Regino Hernández demostró que era el ‘tapado’. Fue tercero en octavos y en cuartos dejó claro que podía ser una opción al ganar su serie y meterse entre los 12 mejores. Hernández repitió en semifinales para asegurarse el diploma olímpico y buscar la medalla junto a otros cinco ‘riders’, en una final donde manejó a la perfección los nervios. El ceutí fue desde el inicio de la prueba en los puestos delanteros junto a Vaultier y Hughes, con los que finalmente se quedó para pelear por el oro, después de que los otros tres finalistas se fueran al suelo. El francés, que sufrió un susto en semifinales, demostró su calidad para reeditar su victoria de hace cuatro años en Sochi, mientras que el australiano, otro de los inesperados, le ganaba una dulce ‘batalla’ a Hernández por la plata.

El equipo español se estrenó de esta forma en el medallero de Pyeongchang y consiguió la tercera presea de su historia en unos Juegos de Invierno, después del oro de Francisco Fernández Ochoa en la prueba de eslálom de Sapporo 1972 y el bronce de su hermana Blanca, 20 años después, en la misma disciplina de esquí alpino.