Craviotto, con el Balàfia Volei

El piragüista leridano Saül Craviotto, dos veces campeón olímpico (además de una plata y un bronce) y en tres ocasiones del mundo, ejerció ayer de padrino de los equipos del Balàfia Volei donde aprovechó un hueco en su apretada agenda y los pocos días que ha estado en Lleida para compartir unos minutos con niños y niñas de la cantera del club leridano en el pabellón municipal Juanjo Garra. Desde que ganó el programa de TVE Masterchef Celebrity en noviembre, además de ser padre por segunda vez, de ofrecer charlas como agente de la Policía Nacional, de aparecer en revistas como Hola y Men’s Health o de publicar su libro ‘4 años para 32 segundos’, el piragüista ha grabado decenas de anuncios y ha participado en todavía más actos publicitarios, pero sigue siendo en esencia la misma persona sencilla que salió por primera vez de Lleida cuando tenía 15 años para cumplir su sueño de llegar a la élite. “Siempre es bonito estar junto a niños que practican deporte y más siendo en mi ciudad, en mi barrio además. Estoy encantado y cuando vengo aquí siempre quiero aprovechar el tiempo al máximo”, dijo el deportista que, además, tiene una sobrina, hija de su hermana Mireia, en la base del Balàfia Volei.

El próximo martes Craviotto reanudará los entrenamientos, tras el parón navideño, con una concentración en La Cartuja (Sevilla), siendo el gran objetivo este año la clasificación para los Juegos de Tokio 2020. “Tengo una agenda social bastante amplia, pero no me he perdido ningún entrenamiento. Al final lo que hago es no respetar tanto el descanso, aunque también es muy importante para un deportista, y en las tardes libres aprovecho para viajar a los eventos donde me invitan. Este año intentaré bajar un poco el pistón en el tema de compromisos, porque es verdad que tengo que centrarme más en la competición”, explicó. Los Juegos Europeos en junio en Minsk (Bielorrusia), pero sobre todo el Mundial de Szeged (Hungría) en agosto, donde se jugará el billete olímpico formando parte del K4 500 serán sus grandes retos. “Siempre me he clasificado a última hora para los Juegos y esta vez quiero hacerlo a la primera. Estamos muy fuertes, pero siempre que me han puesto por las nubes me he dado un buen golpe”, admitió Craviotto que forma el K4 con el balear Marcus Cooper y los gallegos Cristian Toro y Rodrigo Germade.