Ya rozan el título

La solvencia del Barcelona, que ayer no brilló como acostumbra, condenó a una competitiva Real Sociedad en el Camp Nou (2-1), donde el líder de La Liga dio un paso más para levantar matemáticamente el título, que conquistará si gana los próximos dos partidos contra el Alavés y el Levante o, incluso en el próximo partido, si el Atlético pierde ante el Valencia y el Barça gana.

Un año más, y ya son 28, el equipo donostiarra sigue sin conocer la victoria en el estadio azulgrana. Esta vez, sin embargo, plantó cara hasta el final en un encuentro equilibrado que decantó Jordi Alba en el minuto 64, dos minutos después del tanto con el que Juanmi igualaba la diana de Lenglet, de cabeza, al filo del descanso.

Coutinho fue recibido con silbidos por parte de la afición, que no le perdonó su gesto ante el United

El primer tiempo del Barcelona fue gris. Fue coherente Valverde a lo que ya avanzó en la previa y jugó con alineación titular. Solo introdujo tres cambios con respecto al partido contra el Manchester United. Regresó a la titularidad el francés Dembélé, que apenas generó peligro en un primer tiempo en el que el líder dependía de los fogonazos de Leo Messi.

El ritmo del partido era txuri urdin. Imanol Alguacil no se encogió y, cuando su equipo era capaz de superar la presión desordenada del Barcelona, sus pupilos movían el balón, sin miedo a la hiperactividad del chileno Arturo Vidal. Le faltaba paciencia al Barcelona. No tenía problemas de intensidad, simplemente no encontraba la pausa para encontrar los agujeros en la defensa vasca.

Solo Messi, con dos faltas, fue capaz de asustar a Rulli, mientras la Real Sociedad, inteligente con el esférico, esperaba su momento. Tuvo el gol en sus pies Juanmi, que se plantó ante Ter Stegen y el alemán, con los pies, rechazó el balón. Era el minuto 35. El Barcelona, con más deseo que juego, buscó el tanto. Lo tuvo Suárez en un remate raso que Rulli, muy atento, desvió.

A falta de juego, el balón parado salvó al Barcelona. Al filo del descanso, Dembélé sacó un córner y Clement Lenglet marcó el 1-0 de cabeza, resultado con el que se llegó al descanso.

Pese al golpe, la Real no renunció al empate en la reanudación. Se adueñó del esférico, presionó al Barcelona en la salida del balón y generó peligro. Rubén Pardo lo probó con un disparo lejano que, tras rebotar en Semedo, Ter Stegen volvió a desviar.

Que Alguacil no renunciaba al empate lo demostró con el cambio de un volante ofensivo como Sangalli por el lesionado Zubeldia. Una apuesta que descontroló a la Real.

El Barcelona lo detectó. Puso una marcha más en la presión el equipo azulgrana, que buscaba rematar el partido a través de transiciones rápidas tras recuperaciones en la medular. Cuando más cómodo parecían estar los locales, la Real se reencontró con una posesión larga que Merino culminó con una asistencia al espacio que Juanmi remató sutilmente superando, esta vez sí, a Ter Stegen (1-1, min.62).

Poco le duró la alegría al equipo vasco. Concretamente dos minutos. El tiempo que tardó Messi en encontrar a Jordi Alba en el carril izquierdo. Esta vez el lateral no asistió al argentino sino que se enfundó el traje de delantero y se atrevió con un remate seco con la diestra ajustado al palo derecho de la portería defendida por Rulli, para marcar el 2-1.

Tras el gol, el Barcelona no cerró el partido, pese a buscar el tercero a la contra. Buscaba algo más de control Valverde con la entrada de Coutinho. El brasileño sustituyó a Dembélé y recibió silbidos por parte de la grada del Camp Nou, que no olvidó el gestó tapándose los oídos para celebrar el tanto que marcó al Manchester United.

En el césped, la Real seguía intentándolo. Rakitic tuvo la sentencia en una llegada por la derecha. Al final, un triunfo que acerca al Barcelona al título de Liga. Dos suspiros le quedan al Barcelona para levantarla matemáticamente. Seis puntos, siempre y cuando el Atlético de Madrid no pinche, que quiere sumar en Mendizorrotza, y contra el Levante, de nuevo en el Camp Nou, para centrarse exclusivamente en la ‘Champions’.

Valverde: “Hay que darle valor a lo que hacemos, tiene su dificultad” Ernesto Valverde sigue sin dar por conquistada la Liga y la prueba es lo que le costó ayer al Barça ganar. “El partido ha tenido mucha dificultad. Son un equipo que juega muy bien y venimos de una semana en la que todo el foco ha estado en el Manchester United. Ya se da por hecho el título pero delante siempre hay un rival que no quiere que ganes. Hay que darle valor a lo que estamos haciendo porque tiene su dificultad”. Admitió que le gustaría cerrarla cuanto antes y añadió: “Hay que continuar y seguir ganando”. Restó importancia a los silbidos a Coutinho: “Ha sido minoritario, también le han aplaudido”, valoró.