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Heroico Márquez

Acaba séptimo, justo por delante de su hermano Àlex, el gran premio de su retorno tras nueve meses sin competir y rompe a llorar de emoción a su llegada al box || Quartararo gana y se sitúa líder del Mundial, mientras que Bagnaia y Mir completaron el podio

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.REPSOL MEDIA

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Marc Márquez volvió a sonreír ayer, o mejor dicho, a llorar de alegría después de completar el Gran Premio de Portugal, el primero tras nueve meses de calvario por la lesión en su hombro derecho que le habían arrebatado su modo de vida. Y además lo hizo en una gran séptima posición, justo por delante de su hermano Àlex, que resultó épica.

El sufrimiento pasado a lo largo de estos nueve meses, que lo hubo y mucho, dieron rienda suelta a sus sentimientos con las lágrimas de satisfacción que cayeron por sus mejillas al recibir el caluroso aplauso de todo su equipo al entrar en su taller. Todos le aplaudieron, se abrazó a Emili Alzamora y a su padre, Julià, y, después, a sus mecánicos.

Se sentó en su asiento y se vino abajo..

Una muestra inequívoca de todos los nervios y presión que el ocho veces campeón del mundo de motociclismo se había quitado ya de encima después de una carrera que ni él tenía claro que podía llegar a acabar y que tuvo un gran dominador, Fabio Quartararo (Yamaha). El francés logró una victoria inapelable y en solitario que le permite situarse líder del Mundial, mientras que el italiano Francesco “Pecco” Bagnaia (Ducati Desmosedici GP21) y Joan Mir (Suzuki GSX RR) completaron el podio.

El murciano Pedro Acosta, en Moto3, y el madrileño Raúl Fernández, en Moto2, consiguieron la victoria

Marc, que partía sexto, logró situarse tercero en las primeras curvas y llegó a tocarse con Joan Mir

Impresionante salida del francés Johann Zarco (Ducati Desmosedici GP21), como también de Márquez, quien desde el sexto puesto de la parrilla llegó cuarto a final de recta y en un par de curvas ya estaba en la tercera posición, mientras que una vez más las Yamaha hicieron una salida nefasta, con Quartararo sexto a pesar de salir desde la pole y Maverick Viñales penúltimo antes de concluir el primer giro y con evidentes problemas de rendimiento al no poder bajar de 1:42 para completar el giro.

Quartararo fue adelantando posiciones poco a poco mientras que Márquez, que llegó a tocarse ligeramente con Mir, fue cediendo terreno en la misma medida al verse superado por el francés, el australiano Jack Miller (Ducati Desmosedici GP21), operado recientemente del síndrome compartimental en su brazo derecho, y Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP). En el tercer giro, Àlex Rins pudo meter la rueda de su Suzuki a Johann Zarco, aunque el francés no tardó demasiado en recuperar la plaza por velocidad, con Quartararo tercero, por delante de Mir y de un pletórico Aleix Espargaró, que ya era quinto, mientras que tomaba el camino de los talleres su hermano Pol, con problemas de rendimiento en el neumático trasero de su Repsol Honda.

Dos vueltas más tarde, en la quinta, Quartararo ya había dado buena cuenta de Zarco, como también Mir, mientras que Miller, que era sexto en esos instantes, se fue por los suelos en la curva tres al bloquear la rueda delantera en la frenada. El galo de Yamaha esperó su momento para superar a Rins, en el octavo giro y, a partir de ahí, imprimir un cambio de ritmo que intentó aguantar, infructuosamente, Rins, que al final se fue por los suelos, por delante de Mir y Zarco, que también se cayó, y que contaban con cierto adelanto sobre el resto de pilotos.

Por detrás, poco a poco Marc Márquez se fue “calentando” y mejorando sus registros personales, aunque desde una inusual novena posición para él, en el mismo grupo que el surafricano Brad Binder (KTM RC 16) y Aleix Espargaró. El francés se quedó solo al frente de la carrera con un trío perseguidor comandado por Bagnaia, Mir y Zarco, que poco después se fue al suelo en la entrada de la curva once, lo que le hizo perder matemáticamente el liderato del campeonato del mundo.

El italiano Franco Morbidelli (Yamaha YZR M 1) se sumó a la fiesta y dio alcance a Mir, y ambos atraparon a Bagnaia. Eran tres por dos puestos de honor.

Pero no hubo cambios: ganó escapado Quartararo, Pecco resistió a Mir y este a Morbidelli. Marc acababa séptimo en su regreso y en su box le aplaudieron al llegar entre lágrimas de emoción.

En el resto de categorías, brillaron Raúl Fernández y, sobre todo, Pedro Acosta. El murciano, de 16 años y que debuta en Moto3, logró su segunda victoria consecutiva y el tercer podio seguido, lo que le convierte en el mejor debutante en el Mundial. Por su parte, el madrileño Fernández reclamó su protagonismo en su estreno en Moto2 con una victoria inapelable, por delante del valenciano Arón Canet, que logró su primer podio.

Marc reconoce que ayer volvió a sentirse piloto de nuevo

“He entrado al box y me he derrumbado”

La de ayer en Portimao fue una carrera muy especial para Marc Márquez. Tanto, que lloró al terminar y tuvo dificultades para atender a los medios. “Soy una persona que me gusta mantenerlo por dentro y no expresarlo mucho, pero he entrado al box y me he derrumbado. Ha sido duro”, dijo a los micrófonos de Dazn. Al instante, baja la cabeza y tras unos segundos de reflexión, espeta un “dos minutos y sigo”. Se fue detrás de los camiones con Héctor Martín, el jefe de prensa de Honda, y retornó al poco para seguir la entrevista. “Está claro que no he disfrutado mucho esta carrera, pero sí que he sabido sufrir. Al mitad de carrera me encontraba bastante bien y, al final, he acabado la carrera, simplemente. Iba encima de la moto, donde me llevaba. Ha sido un alivio todo el fin de semana, no solo acabar la carrera. Volver a ir en moto, volver a sentirme piloto, volver a pilotar, aunque no pilotaba como yo quería. Pero el alivio ha sido cuando he entrado en el box. He visto toda la gente. No ha sido ni por dolor ni nada. No tenía dolor. Me faltaba fuerza. Fue el alivio de: lo hemos hecho. Ha sido el paso más importante en la recuperación. Estoy súper contento de poder acabar en buenas condiciones, entre comillas, y ahora a dar pasitos adelante”, señaló.

El resultado, en segundo plano

“Este fin de semana daba igual la posición. Ha sido diferente. Lo que he sentido al acabar la carrera ha sido totalmente diferente a lo que he sentido al acabar cualquier otra carrera que hubiese ganado o que hubiese terminado en el podio”, explicó. “Aparte de todo lo vivido el fin de semana, no solo era el retorno, cómo me encontraría, todo lo que se ha generado mediáticamente. Lógicamente, soy humano y te afecta. Pero he sentido el apoyo de todos los míos, de los doctores, mi ‘fisio’... y esto me ha ayudado a pilotar un poco más tranquilo. Estaba a mitad de carrera que veía al segundo, al menos lo veía, a 4 segundos. Esto ya ha sido mucho mejor de lo esperado. He hecho una buena salida. Al principio, han abusado de mí. Como en el patio del colegio, cuando jugaba con los grandes al fútbol, han abusado, pero era normal. No tenía el ritmo, estaba en una posición que no me tocaba y en MotoGP en lo que te duermes un poco te pasan. Cuando he encontrado mi posición, he empezado a pilotar, a hacer mi carrera. Ha sido dura físicamente, pero la reacción del final no ha sido tanto física, sino emocional”, concluyó. 

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.REPSOL MEDIA

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.

Marc Márquez, siguiendo la estela de Àlex Rins y Joan Mir en el primer tercio de la carrera.REPSOL MEDIA

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