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Dulce derrota

El Barça cae en Dortmund en un mal partido pero regresa a las semifinales de la Champions seis años después. Los alemanes se pusieron 2-0 y 3-1 con un ‘hat trick’ de Guirassy, pero el autogol local dio vida a un desconocido equipo azulgrana

Lamine Yamal no pudo brillar como en otros partidos y fue sustituido. - FCB

Lamine Yamal no pudo brillar como en otros partidos y fue sustituido. - FCB

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El Barça cedió una dulce derrota en Dortmund por 3-1, en el peor partido del curso de los azulgranas, pero que sirvió a los de Hansi Flick para volverse a meter en las semifinales de la Champions League seis años después. El cansado equipo culé estuvo muy por debajo de sus prestaciones y perdió por primera vez en 2025, después de haber encadenado 20 victorias y 4 empates. Cayó el Barça, pero no vio peligrar la eliminatoria tras el contundente 4-0 de la ida.

Y eso que todo empezó de la peor manera. Temblor de piernas y errores, el recuerdo de los desastres de Liverpool o de Roma, donde el Barcelona dejó escapar en el pasado ventajas de tres goles para caer eliminado; un equipo desconocido y un tanto encajado en el minuto 11 de penalti por Serhou Guirassy tras una pena máxima cometida sobre Gross y validada por el VAR. Todo eso mostró un desconocido equipo de Hansi Flick, que sin dos de sus jugadores más lúcidos en la salida del balón, como Pedri e Íñigo Martínez, fue una sombra; nada acostumbrado a defender y arrinconado más por su mala puesta en escena que por la presión del Dortmund.

Sin elaborar, sin control del juego y con la idea de mantener antes que de atacar, la esencia del equipo azulgrana no existió y las malas sensaciones duraron buena parte del primer tiempo, en el que sorprendentemente no dispararon ni una vez a puerta. Lamine Yamal acumulaba malas decisiones; Frenkie de Jong, que tenía que ser el faro del equipo sin Pedri en el campo, no acertaba en la salida del balón y solo Raphinha, proyectado por los pases de un destacado Gerard Martín, el sustituto ayer del lesionado Alejandro Balde, generaba algo de peligro.

La primera aproximación del Barça no se produjo hasta el minuto 26, en una acción de Fermín López invalidada por fuera de juego, mientras fallaban todos los automatismos de los azulgranas. Flick se desesperaba en la banda sin encontrar respuestas. A partir de la media hora, controlaron más las acciones, aunque Adeyemi puso a prueba a Szczesny en una buena acción resuelta por el meta polaco (min.37), providencial de nuevo.

La mejor llegada del Barça fue una acción que Kounde, ayer muy impreciso durante todo el partido, no controló después de un centro diagonal desde la izquierda. Al francés se le fue ligeramente larga y Kobel pudo evitar un tanto que ya se cantaba y que hubiera serenado los ánimos.

Pero la segunda parte empezó de la peor manera. Dos intervenciones nada más empezar en las que Szczesny salvó a su equipo y en el 48, a la salida de un córner, Guirassy anotó el 2-0 tras remachar desde la línea de gol de cabeza. Enloquecieron los aficionados alemanes, que soñaron con la remontada, hasta que en el peor momento para el Barça apareció Fermín. El onubense encaró a su par y buscó en el área pequeña a Lewandowski, pero Bensebaini se interpuso, despejó el balón con tan mala fortuna para su equipo que el balón entró en la portería.

Con el 2-1 en el 54, el escenario cambió radicalmente, y más aún cuando Pedri entró en el campo tres minutos después para serenar el juego. A partir de ese momento, el partido fue del Barça, que le puso pausa con el canario de maestro de ceremonias. Parecía que el final podría ser plácido para el Barça, sobre todo cuando Raphinha tuvo el empate en el minuto 73, en una acción en la que Ferran Torres estaba mejor situado para el remate.

Pero todo se volvió a complicar con un error de Araujo en el 76. El uruguayo, otro de los que salió retratado en alguna acción defensiva, falló en un despeje franco que cazó Guirassy para firmar su particular ‘hat trick’ y situar el 3-1 que volvió a despertar a la grada. El Borussia se lo volvió a creer y apretó de lo lindo. Sufrió el Barça, que vio cómo anulaban un tanto a los alemanes por un claro fuera de juego. Los de Flick tampoco supieron rematar la faena, aunque la eliminatoria no estuvo nunca en peligro y al final el Barça certificó la clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones, donde no estaba desde la temporada 2018-19, aquel enfrentamiento ante el Liverpool. Esperan rival los de Flick. Inter de Milán o Bayern en la penúltima estación antes de la anhelada final de Múnich.

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