Merlier se impone al sprint en una etapa accidentada

El belga Tim Merlier (Soudal Quick-Step) ganó ayer la tercera etapa del Tour, entre Valenciennes y Dunkerque sobre 178,3 km, en un accidentado esprint, con dos caídas previas en la zona neutra, que le ganó en un reñido pulso al italiano Jonathan Milan (Lidl-Trek), en una jornada en la que tuvo que retirarse el velocista Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck). El belga Mathieu Van der Poel mantiene el maillot amarillo con cuatro segundos de ventaja sobre Pogacar y seis sobre Vingegaard.

Mucho nervio, peligros, curvas y velocidad. Con ese menú, el plato que salió fue el de varias caídas, muchos roces y un final casi de ‘photo finish’ entre el ganador, un Tim Merlier que se hizo hueco como pudo, y un Jonathan Milan que parecía tener el pulso ganado, por el interior, pero que se quedó a un tubular de celebrar el triunfo. Algunos corredores salieron volando hacia las vallas a 300 metros de la meta. Justo al entrar en la zona protegida de los 3 kilómetros finales, una caída en la parte delantera del pelotón hizo que, entre otros, Remco Evenepoel se fuera al suelo.

La mala noticia de la etapa fue el abandono del velocista Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck), ganador de la primera etapa en Lille y primer maillot amarillo de este Tour. Ayer, vestido de verde como líder de la clasificación de puntos, se fue al suelo cuando, precisamente, buscaba imponerse en el esprint intermedio de Isbergues. La cuarta etapa, de 174,2 km, se disputa hoy entre Amiens y Rouen.