Pogacar, insuperable: El esloveno arrolla a sus rivales en la crono un día después de su exhibición en Hautacam
Ya tiene una renta de 4:07 sobre Vingegaard, ayer segundo

Pogacar celebra su victoria en la contrarreloj, que le acerca a su cuarto Tour. - EFE
Después de la exhibición del jueves en el Hautacam ayer llegó el turno para uan nueva lección del maestro Tadej Pogacar. El esloveno mostró su gran estado de forma en la contrarreloj, imponiéndose con autoridad ante el danés Jonas Vingegaard marcando el mejor tiempo en el recorrido de 10,9 km entre Loudenvielle y Peyragudes.
Pogacar (Klanec, 26 años) siguió el plan de asegurar cuanto antes su cuarto Tour de Francia. En el segundo asalto pirenaico el reloj le volvió a dar la razón. Impuso su ley con un tiempo de 23.00 minutos, a una media de 28,4 km/h. Esta vez sin abusar, pero ampliando su colchón.
El prodigio esloveno superó en 36 segundos a Vingegaard, en 1.20 a su compatriota Primoz Roglic, en 1.56 al alemán revelación Florian Lipowitz y 2,39 al campeón olímpico y mundial de la modalidad, el belga Remco Evenepoel, en clara deriva a medida que se aproximaba la cima de Peyragudes.
“Casi exploto al final, pero vi el crono y me dio un empujón extra. La estrategia era ir a tope desde la salida. Utilicé la bicicleta de carretera, la misma de las dos últimas etapas”, explicó Pogacar en meta.
El podio no varió tras la segunda y última contrarreloj de la presente edición. Manda Pogacar con mano de hierro y ya tiene a Vingegaard a 4.07, a Evenepoel a 7.24 y a Lipowitz a 7.30. Diferencias que permitirán al campeón del mundo controlar aún más la carrera a su antojo.
Después del zarpazo letal de Pogacar en Hautacam, la cronoescalada de 8 km de subida pura al 7,3 por ciento y tramo final del 16 se esperaba como una nueva estocada a la faena del campeón del mundo. Tal vez el triple ganador del Tour tenga cierta prisa por abrochar su cuarto título, conservar el amarillo en la tercera semana y economizar esfuerzos para ir a la Vuelta a España a cerrar el círculo de la tres grandes.
La primera referencia significativa de la crono la marcó el triple campeón de Australia Luke Plapp (Jayco), con un tiempo de 24.58 minutos, a 26,2 km/h en el recorrido de 10,9 km, el más corto de la historia exceptuando los prólogos.
Plapp fue superado por una gran crono de otro esloveno, Primoz Roglic, cuatro veces ganador de la Vuelta, quien superó al australiano por 37 segundos. Otra referencia en la frontera de la alta jerarquía que ya se encontraba batiendo registros en los pasos intermedios.
Pogacar mostró de nuevo un aire superior, de fuerza y confianza, volátil el ciclista de Klanec, disparado desde la rampa de lanzamiento, incluso arriesgando más de la cuenta en alguna curva. En el primer control del km 4 el esloveno superó en 4 y 8 segundos a Vingegaard y Evenepoel.
Vingegaard lo dio todo para descabalgar al esloveno del liderato. Cuando cruzó la meta el danés se puso al frente de la crono, pero en un suspiro apareció no lejos la estela amarilla del patrón del Tour, que no perdonó y amplía su ventaja.