Estreno frustrante del AEM en el Camp d'Esports
El AEM empata con el Cacereño en un histórico inicio liguero celebrado en el Camp d’Esports. Las de Joan Bacardit fueron de menos a más en un partido marcado por las constantes interrupciones y el buen juego local en el segundo tiempo

Noe protegiendo un balón ante la presión de la atacante rival, Lezcano. - PAU PASCUAL
❘ lleida ❘ El AEM encaraba ayer su debut liguero en el Camp d'Esports con la ilusión de estrenar un proyecto fresco, con caras renovadas, un nuevo entrenador y una nueva casa. Las leridanas, que llegaban invictas tras la pretemporada, buscaron mantener la buena dinámica, pero un competitivo Cacereño terminó frustrando, en parte, un debut en el que fue de menos a más y se saldó con un 0-0.
Las del Segrià saltaron al terreno de juego con un 3-4-1-2 y con ganas de dominar el choque, manteniendo así una línea continuista de la gran versión que mostraron en la pretemporada. No obstante, la férrea presión de las extremeñas y su superioridad en los duelos fue decantando la balanza a su favor. Con el discurrir de los minutos, el Cacereño, a base de fútbol directo, se sintió cómodo y pudo encontrar las primeras ocasiones. ç
La más clara de la primera mitad llegó en el minuto 15 con una acción individual brillante de Midori que, al llegar a línea de fondo, encontró a Sara Carrillo dentro del área, quien sola ante la portería se encontró con una magnífica Lucía Alba, que hizo su primera parada de mérito con la camiseta leridana. La presión asfixiante y el juego duro de las visitantes mermó mucho al AEM que, a pesar de intentarlo, no podía plasmar su juego asociativo y sacar el balón jugado desde atrás.
También sufrió con los constantes intentos de las centrales visitantes (Arévalo, Matlou y Bella) para encontrarle la espalda con los desmarques eléctricos de Yorladiz, la jugadora rival más activa en ataque, que forzó varias faltas en la zona de tres cuartos, mermando así el ritmo del encuentro.
El poco ritmo benefició al Cacereño y en el 35 se encontró con la segunda gran acción del choque. La protagonista fue, de nuevo, la carrilera diestra nipona Midori que con un gran regate se plantó dentro del área, pero su centro no encontró rematadora. El AEM resistió y sacó galones, consiguiendo mantener el empate a cero hasta el descanso (0-0).
En la reanudación, el guion cambió radicalmente. Bacardit no movió el banquillo, pero con unos ajustes tácticos fue capaz de darle a su equipo una cara totalmente opuesta a la que se vio en el primer tiempo. Las del Segrià salieron del vestuario con muchísimo ímpetu. Subieron la presión, empezaron a encontrarse unas a las otras y su fútbol le pasó por encima a un Cacereño que dio dos o tres pasos atrás. De este modo, el buen juego leridano trajo consigo buenas ocasiones.
La primera llegó en el minuto 46, nada más empezar el segundo tiempo; con un remate de Vero Herrera que sola en el segundo palo no pudo darle dirección y terminó perdiéndose por encima del travesaño de la portería defendida por Delia.
Poco después, en el 50, el AEM hizo gala de una magnífica combinación: Eveleyn recibió el esférico en la banda izquierda y con mucha facilidad comenzó a superar rivales. Una tras otras, las defensoras extremeñas eran dribladas por la canaria que terminó filtrando un pase para Noe y esta no consiguió darle dirección a su disparo.
La centrocampista, y máxima goleadora del AEM la temporada pasada, apostó por la potencia antes que la colocación y el balón volvió a perderse por encima de la meta visitante. Con el AEM brillando sobre el césped del Camp d’Esports, Bacardit dio entrada a Cintia Hormigo por Blasco, que había visto una tarjeta en el minuto 52. Ernesto Sánchez también movió el banquillo en el 64. Entraron al partido Ida y Leivis para terminar con el asedio leridano y, en parte, lograron su cometido.
El choque entró en una fase de interrupciones constantes fruto de la dureza de los duelos y faltas de extrema rigurosidad señaladas por la colegiada, casi siempre a favor de los intereses visitantes. Fue definitiva la pausa de hidratación, que llegó a falta de 15 minutos para el final y sentenció el ritmo del choque. Ambos conjuntos lanzaron unos últimos ataques que terminaron en nada, fruto del extremo desgaste, cerrando así el partido con el mismo resultado con el que empezó: 0-0.