En busca de la consolidación
El Hiopos Lleida arranca esta noche en casa ante el Breogán su segundo proyecto en la ACB con el objetivo de la permanencia, pero sin renunciar a nada. El Barris Nord volverá a ser un puntal decisivo

El equipo leridano inicia hoy su segunda aventura por la Liga Endesa. - ACB PHOTO/GENARO MASSOT
El Hiopos Lleida arranca esta noche (21.00) su segundo proyecto en la Liga Endesa ACB en busca de la consolidación, después de una primera aventura más que exitosa que concluyó con la consecución de la permanencia cuatro jornadas antes de acabar la fase regular. Esta vez el club ha podido trabajar con tiempo y con un poco más de dinero en sus arcas, lo que ha hecho que Gerard Encuentra haya podido afrontar toda la pretemporada con las doce fichas profesionales y sin esperar la llegada de ningún pívot, que fue el gran caballo de batalla durante toda la pasada campaña.
El equipo ha sufrido una profunda renovación y presenta hasta ocho caras nuevas. Solo cuatro jugadores continúan de la pasada temporada, destacando Oriol Paulí, el jugador franquicia que ha renovado hasta el 2028 –dos años más del que tenía en vigor– y James Batemon, por quien el club ha hecho un enorme esfuerzo económico para retener a su ‘killer’, pretendido por muchos equipos ACB y también extranjeros, y cuya llegada a finales de febrero resultó decisiva para conseguir la salvación. Corey Walden, que ha renovado por una campaña, y Mikel Sanz, con contrato en vigor, también repiten.
En cuanto a las incorporaciones, el Hiopos ha conseguido los servicios de dos jugadores con una amplia trayectoria en la ACB, como Johan Shurna y Melvin Ejim, para apuntalar un proyecto que no estará exento de juventud y apuestas. Para comandar la dirección junto a Walden se ha apostado por el internacional letón Kristers Zoriks, que se estrena en la Liga, aunque con experiencia en la Eurocup y que viene de disputar el Eurobasket.
También debutarán Cameron Krutwig y Caleb Agada. El pívot estadounidense, viejo conocido del Barris Nord y uno de los artífices del ascenso hace dos temporadas, regresa tras su paso por el Palencia, con el que casi asciende, avalado por la gran campaña que firmó a las órdenes de Encuentra, uno de sus fervientes defensores y que ya lo quiso traer el año pasado ante el déficit interior que tenía el equipo. Por su parte, el canadiense con pasaporte nigeriano acumula experiencia en la LEB y viene a dotar de intensidad defensiva y contragolpe.
Completan el juego interior dos jugadores que ya saben lo que es jugar en la ACB, el senegalés Atoumane Diagne, ex del Coruña y que será el techo del equipo con sus 2,15, y el húngaro Gyorgy Golamán, de 2,10, que la pasada campaña ascendió con el Burgos y hace dos militó en el Girona. Finalmente, la cuota de juventud la pondrá el alero riojano Millán Jiménez, de 23 años y que llega cedido por el Valencia Basket.
Todo ello para hilvanar una plantilla mezcla de veteranía y juventud, pero con un nexo de unión, el hambre por alcanzar nuevos retos con el inestimable y acérrimo apoyo de un Barris Nord que debe volver a ser decisivo para alcanzar la salvación y, quién sabe qué más.
Nueva temporada dando un paso más hacia adelante importante.
Estar un segundo año en ACB es una gesta histórica, porque muy poca gente confiaba hace un año en que seguiríamos aquí, en que este proyecto se consolidaría como mínimo dos años en ACB. El reto es mantenernos estos primeros cuatro años hasta que acabemos de pagar el aval, porque entonces ese dinero se podría destinar a la plantilla y podremos ser un poco más competitivos.
Supone una gesta, más si cabe si echamos la vista atrás.
No hace muchos años el club prácticamente estaba muerto social, deportiva y económicamente. Estaba en la UCI. Pero logramos reflotarlo, y lo que me enorgullece es que ahora podemos disfrutar de esto. Los que tenemos una edad sabemos que estar donde estamos, después de venir de donde venimos, es inimaginable. Debemos ser todos suficientemente hábiles para cuidar el producto, sin egos y sumando. Que la gente lo sienta suyo.
Pero ya sabe que la gente siempre quiere más. Quizás habrá que rebajar la euforia.
El día que perdamos la conciencia de quiénes somos y dónde estamos, estaremos muertos, bajaremos y desapareceremos. Tenemos que tener ambición, por supuesto, pero de poder competir contra todos, pero siempre siendo conscientes de quiénes somos. Hemos dado un paso importante, pero el proyecto todavía está tierno. Nos tenemos que centrar en conseguir doce victorias, y cuando las consigamos, entonces ya nos plantearemos otros retos, pero no perdamos nunca la perspectiva. Mientras yo esté en este club, no la perderemos.
Recogiendo el guante, ¿ya tiene decidido si seguirá en el cargo que expira el año que viene?
Todavía no lo tengo decidido. Lo único que tengo claro es que me comprometo, antes del 30 de junio, a preparar un proyecto a nivel de patrocinios, instituciones y empresas para el futuro. Lo de menos es la figura que esté al frente. Queremos consolidarnos en la mejor liga de Europa, aunque sabemos que esto es deporte y podemos bajar en cualquier momento.
¿Hay mejor plantilla que la temporada pasada?
Hemos mejorado cosas de la temporada anterior, porque hemos tenido más tiempo y más experiencia, pero mi sensación es que de la misma manera que hemos dado un paso adelante, el resto de nuestra Liga también lo ha hecho. Ahora somos doce jugadores, lo que tenemos que conseguir es ser un equipo.
Ha habido muchos cambios, pero el ADN no se cuestiona.
Queremos ser un equipo que lo dé todo en defensa y que en ataque no tenga miedo, que si tiene un tiro en los primeros segundos sea valiente y lo ejecute, con un juego coral y a la vez rápido.
¿Tiene presión por estar obligado a más?
Yo siempre tengo presión. Por el hecho de ser de Lleida me gustaría que el proyecto funcionara y fuera bien cada año, que la gente se sintiera orgullosa. Siempre tenemos una autopresión alta, pero tenemos que controlar las expectativas. A veces pensamos que al ser el segundo año ya somos un equipo consolidado, y no lo somos. Debemos tener los pies en el suelo y ser conscientes de que nos tocará sufrir igual o más que el año pasado. A estas alturas firmaría estar salvado a cuatro jornadas para el final como la temporada pasada. Lo más importante es el control de estas expectativas y ojalá las podamos sobrepasar, me encantaría, pero tenemos que ser conscientes de que somos un equipo que sufrirá para no bajar.
En este sentido, pensar más allá de la permanencia sería un error.
Totalmente. Si comenzamos a pensar en que el objetivo tiene que ser ir a la Copa o algo parecido, estamos empezando a cavar nuestra propia tumba. Nuestro objetivo es ser muy competitivos, en eso sí tenemos que ser firmes, y ojalá los resultados nos permitan ilusionarnos, pero la realidad del club es que somos un equipo de la zona baja y con muchos equipos mejores que nosotros.
El Barris Nord debe volver a ser decisivo.
Fue una de las claves de la permanencia la temporada pasada, un valor que tenemos que intentar no perder porque nos da una energía muy grande, también fuera de casa.