ACTIVIDADES
Reparar caminos y vidas
Un grupo de jóvenes restauran un sendero en la Cerdanya por iniciativa de la Fundació Kilian Jornet. Experiencia de compromiso ambiental y social

El grupo de guías, entre ellos la educadora Núria Burgada, posan junto a los jóvenes participantes. - DAVID ARIÑO (@_AVISUALS)
Un grupo de jóvenes en riesgo de exclusión social participó el pasado fin de semana en una jornada de voluntariado en la Cerdanya para restaurar un tramo de sendero de montaña. La actividad, organizada por la Fundació Kilian Jornet, la app de rutas Wikiloc y la Associació Transpirenaica Social Solidària (TSS), formó parte del proyecto “Restore the Trails”, que busca recuperar caminos históricos y espacios naturales degradados en el Pirineo.
El encuentro, celebrado el sábado y domingo pasados en el refugio de Cap de Rec, en el Espai Natural Protegit de la Tossa Plana de Lles-Puigpedrós, combinó tareas de restauración ambiental con actividades educativas y de desarrollo personal.
Guiados por técnicos y educadores ambientales, los jóvenes trabajaron en la limpieza y reparación del sendero, construyendo estructuras de piedra seca para evitar la erosión. Para la TSS, entidad dedicada a la integración social a través de la educación en la naturaleza, la clave está en dar responsabilidades reales. Así lo demostró Mahamadou, estudiante de jardinería, que se incorporó rápidamente al equipo técnico: “Todas las piedras sirven, pero no en cualquier sitio. Hay que encontrar el lugar adecuado para cada una”, explicó. El trabajo colectivo permitió restaurar un tramo del camino y generó entre los participantes un fuerte sentimiento de orgullo y pertenencia.
Más allá del esfuerzo físico, la experiencia se convirtió en una oportunidad para la reflexión donde los jóvenes compartieron historias personales y aprendizajes. El domingo, la caminata hacia el Estany de l’Orri sirvió como cierre simbólico. Allí, Núria Burgada, madre de Kilian y educadora de la Fundació, dirigió una sesión de meditación al aire libre: “No somos un elemento externo a la naturaleza, somos naturaleza. Y solo si la conocemos podremos amarla y protegerla”, dijo.
En otra de las actividades cada participante debía elegir un símbolo que lo representara. María escogió la flor de loto —“nace en el barro, pero florece blanca y fuerte”—, mientras que otros se identificaron con animales como el gato o el tigre, en una metáfora de la resiliencia.
El lema de la jornada, “Restaurar para transformar”, sintetizó el espíritu del encuentro porque no solamente se trataba de mejorar un sendero, sino de reconstruir vínculos, autoestima y conciencia ambiental. El proyecto “Restore the Trails” de la Fundació Kilian Jornet busca precisamente conectar la conservación del patrimonio natural con el compromiso social. Como resumió uno de los jóvenes al despedirse: “Hemos quitado piedras del camino, pero también de nuestro interior”.