HOCKEY
Un apático Alpicat cae en Sant Hipòlit
El equipo leridano, falto de intensidad, sigue sin puntuar tras 6 jornadas. La mejor fue su portera, Irache Candal

Anglada, del Voltregà, remata ante la portera del Alpicat, Irache Candal. - ALEX LIAÑEZ
El Lleidanet HC Alpicat sigue sin estrenar su casillero de puntos después de seis jornadas disputadas. Ayer no tuvo opciones frente a un Voltregà, que le derrotó por un claro 3-0. El equipo leridano firmó una de sus actuaciones más grises de la temporada al caer con contundencia ante un rival que fue superior en todos los aspectos del juego. El conjunto dirigido por Mats Zilken no logró en ningún momento competir con la energía ni la concentración necesarias para inquietar a un Voltregà que, además, atraviesa un gran momento de forma y solo ha perdido un partido en lo que va de campeonato.
Lejos de la imagen combativa mostrada ante el Manlleu o en otros encuentros recientes, las jugadoras del Alpicat saltaron a la pista sin la intensidad que las caracteriza. No estuvieron bien en ningún aspecto del juego, pero sobre todo les faltó la actitud necesaria para ser competitivas permitiendo que su oponente se creciera y consiguiera tres puntos sin pasar cualquier tipo de apuro. El equipo repitió la apatía inicial vista en aquel duelo ante el Manlleu, pero, a diferencia de entonces, esta vez no hubo reacción. El Voltregà dominó con autoridad, imponiendo su ritmo y controlando todas las facetas del juego, mientras que el conjunto del Segrià se mostró inofensivo y sin ideas en ataque.
Quizás un gol antes del descanso habría cambiado el guion del partido, pero las ocasiones claras fueron escasas. La única que estuvo a la altura fue la guardameta Irache Candal, que con varias intervenciones de mérito evitó una derrota aún más abultada. Su actuación fue lo mejor de un Alpicat que deberá hacer autocrítica si quiere recuperar la competitividad de jornadas anteriores.
El calendario no da tregua a las leridanas, que afrontarán ahora dos compromisos exigentes: el primero, en casa ante el Fraga, y después una salida complicada al feudo del Bembibre, un rival teóricamente asequible pero que ha firmado un gran inicio de temporada y ayer mismo se impuso por 2-0 al Bigues i Riells.
El Alpicat necesita reaccionar para no perder el pulso de la competición y reencontrarse con su mejor versión para reengancharse a la Liga. Queda campeonato por delante, pero la lucha por la permanencia pasa por comenzar a sumar para que no entren los nervios y la ansiedad. En su pista ante su fiel afición debe apurar todas las opciones para ganar partidos, ya que fuera, hasta ahora, ha bajado mucho sus prestaciones.
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El técnico del Lleidanet Alpicat, Mats Zilken, no ocultaba su enfado tras el partido por lo que consideraba “una mala imagen” dada por sus jugadoras. “No hemos competido nada. Hemos salido a jugar sin alma, sin intensidad y nos han superado en todos los aspectos. Les he dicho a las jugadoras que se podía perder ante el Voltregà, pero lo que me preocupa es cómo se ha perdido”, señaló.
Zilken invitó a sus jugadoras “a que hagan autocrítica porque cada una de ellas no está haciendo bien algún aspecto”.