FÚTBOL
La FCF desestima convocar una asamblea extraordinaria
Considera que la moción, impulsada por 442 firmas, no cumple con los estatutos

Joan Soteras y Sergi Garrido, en su comparecencia. - FCF
La Federación Catalana de Fútbol (FCF) desestimó ayer la petición de convocar una asamblea general extraordinaria, impulsada por diez clubes y respaldada por 442 firmas, al considerar que no cumple “ni con la legislación vigente ni con los estatutos”. Así lo anunciaron el presidente, Joan Soteras, y el vicesecretario Sergi Garrido en una rueda de prensa en la que denunciaron “deficiencias muy graves” en la solicitud y un “uso fraudulento” de los estatutos.
De hecho, la FCF validó únicamente 186 de las 442 firmas presentadas el pasado 19 de noviembre. Según la federación, las otras 256 contenían defectos de forma que impiden su aceptación: desde clubes sin condición de asambleístas o dados de baja, hasta firmas duplicadas, juntas con mandato caducado, falta de DNI, firmas electrónicas no autentificables o presidentes que no constan en el Registro de Entidades Deportivas. “Son irregularidades que invalidan el procedimiento desde el inicio”, señaló Soteras, que mostró varios de los documentos.
Garrido aseguró que la petición vulnera el espíritu de los estatutos: “Pretendían eludir el mecanismo garantista y democrático del voto de censura”. Según recordó, el artículo 46 establece que el cese de la junta solo puede producirse mediante ese procedimiento, que requiere dos tercios de la Asamblea, mientras que una asamblea extraordinaria solo precisa mayoría absoluta. “Han intentado una moción de censura encubierta”, insistió Soteras.
Soteras también cuestionó la actuación del excandidato Juanjo Isern y de los presidentes del Nàstic y de la UE Olot –representantes catalanes en la asamblea de la RFEF–, al remarcar que algunos de los documentos presentados incurren en irregularidades que consideran especialmente graves.
Para reforzar la transparencia, la FCF informó del procedimiento a la Secretaria General de l’Esport, a la UFEC y a la RFEF, y solicitó supervisión externa. Además, se recordó que la junta aprobó personarse como acusación particular en el caso Soule, en el que la FCF considera que fue perjudicada por un desvío de fondos.