El nuevo etiquetado de los carburantes en las gasolineras provoca confusión

Este viernes entra en vigor la nueva normativa europea sobre etiquetado de carburantes con nuevas denominaciones, con la letra E para la gasolina y la B para el gasoil, que busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Este etiquetado coexistirá con el actual durante un tiempo

Los conductores que a partir de este viernes vayan a una estación de servicio para repostar su vehículo se encontrarán con un nuevo etiquetado de los carburantes del que apenas se ha informado a consumidores y profesionales y que a dos días de su entrada en vigor, crea mucha confusión. Las nuevas etiquetas, reguladas por una directiva comunitaria cuyo objetivo es unificar el nombre que se les da en los 28 países de la UE y a medio y largo plazo fomentar el abandono de los combustibles fósiles por otros menos contaminantes, convivirán un tiempo con la denominación de los combustibles actual. Así, junto a la vieja nomenclatura que diferencia los combustibles entre gasolina y diésel habrá una pegatina homologada que informará de la cantidad de biocombustible que lleva cada carburante.

Habrá tres grandes bloques de carburantes. En el caso de la gasolina, las etiquetas identificativas serán redondas y llevarán la letra E (abreviatura de etanol) acompañada de un número -5, 10 u 85-, que representa el porcentaje máximo de etanol del combustible, independientemente del octanaje. En el gasóleo, las etiquetas serán cuadradas, con la letra B (de biodiésel) y un número -7 o 10-, en función de la mezcla de biodiésel en su composición.

Por último, el tercer bloque estará compuesto por las etiquetas con forma de rombo para los combustibles gaseosos. Se identificarán con sus propias siglas: Hidrógeno (H2), Gas Natural Comprimido (CNG), Gas Licuado de Petróleo (LPG) y Gas Natural Licuado (LNG).

La nueva norma establece que las nuevas etiquetas deberán estar en los surtidores de las estaciones de servicio y también son de obligado cumplimiento para los nuevos vehículos comercializados por primera vez o matriculados a partir de este viernes. Deberán llevarlas los ciclomotores, motocicletas, triciclos y cuatriciclos, turismos, vehículos comerciales ligeros y pesados, autocares y autobuses.

Los únicos que, de momento, estarán exentos de llevar la nueva etiqueta serán los vehículos eléctricos -no así los híbridos eléctricos- y su infraestructura de recarga.

“El producto no cambia sino que aumenta la información”

Silvia Longán, secretaria de la Associació Provincial d’Estacions de Servei de Lleida y también de la Agrupació Catalana d’Associacions d’Estacions de Servei (Agrucaes), recalcó que el nuevo etiquetaje no debe preocupar al consumidor porque no cambia el producto que se le ofrece en las gasolineras sino que aumenta la información de su composición y, además, coexistirá con la vieja nomenclatura.

Longán explicó que hasta ahora no se tenía mucho en cuenta qué porcentaje de etanol contenían las gasolinas. Sin embargo, ya llevaba tiempo regulado el porcentaje de biodiésel había en el gasoil. Asimismo, dijo que los grandes operadores siempre se han regido por las especificaciones que se van publicando en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por lo que las grandes compañías ya tienen en cuenta los porcentajes mínimos y máximos permitidos en sus combustibles. También explicó que donde pueden surgir grandes dudas es entre los propietarios de estaciones de servicio que no están bajo el paraguas de las grandes petroleras. A nivel del cliente final, algunos gerentes de gasolineras reconocen que algunos consumidores les han preguntado preocupados si con el cambio de etiquetaje va a cambiar el combustible, algo que, aseguró, no va a ocurrir. En lo que respecta a los concesionarios de la provincia, el presidente del Gremio de Marquistas y Talleres de Vehículos Automóviles de Lleida, Estanis Grau, “no es algo tan traumático como el cambio de la peseta al euro” y la gran mayoría de los coches ya llevan el nuevo etiquetado.