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La economía del llano de Lleida aguantó mejor la crisis de la covid

Registra a una menor caída en 2020 que la media catalana, aunque el Pirineo sufre la peor bajada, según el Anuario del BBVA

Vista aérea del Polígono El Segre de la ciudad de Lleida.

Vista aérea del Polígono El Segre de la ciudad de Lleida.SEGRE

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La economía leridana se contrajo en 2020 como consecuencia de la crisis de la covid-19. En concreto, la demarcación de Lleida registró una disminución del Valor Añadido Bruto (VAB) del -10,2%, pero por debajo de la media de Catalunya (-11,3%), según el Anuario Económico Comarcal 2021 del BBVA. Esta caída responde sobre todo a la afectación que la pandemia comportó en los servicios privados a las personas y a la industria alimentaria. Las comarcas de la Plana de Lleida registraron un decremento del -9,9%, también por debajo de la media catalana, mientras que las comarcas de montaña fueron el territorio que sufrió la peor bajada del país, con un retroceso del VAB del -13,4%, sobre todo por la afectación de las restricciones en el turismo.

La crisis de la covid-19 se tradujo en una contracción del VAB del -9,9% en términos interanuales en las comarcas de la Plana de Lleida en 2020 pero por debajo de la media de Catalunya (-11,3%). Según el anuario del BBVA, el elemento determinante de esta bajada es la caída de los servicios (-11,2%), el sector principal (con un peso del 67,1% del VAB en el 2019) y, en particular, de los privados, ya que los colectivos aumentaron. A la pérdida del terciario, se suman las de la industria (-7,2%) y la construcción (-14,7%), mientras que el primario se redujo un -1,8% interanual.

La bajada del -11,2% del VAB terciario en el llano de Lleida muestra, como el resto del país, diferencias muy relevantes según la exposición de cada rama a las medidas de confinamiento y de contención de la actividad aplicadas para controlar la pandemia. Así, el VAB de los servicios personales se redujo un -19,0%, mientras que el resto del terciario privado presentó una contracción menor de la actividad (-9,2%). Entre los servicios personales, la rama más afectada fue el comercio (-24,6%), en parte por los efectos negativos que comportó el confinamiento del Segrià, y la hostelería (caída del VAB próxima al -24%).

Por otra parte, la contracción del VAB industrial en el llano de Lleida (-7,2%) recoge la caída de las producciones manufactureras (-7,8%) y, en particular, de la principal rama industrial, los productos alimenticios (-58%). También contribuyó la dinámica negativa de las ramas de energía, residuos, agua y gas (-4,2%).

Por su parte, la fuerte contracción de la construcción en Ponent en 2020 (-14,7%) fue resultado, principalmente, de las caídas por encima del -15% de las primeras ramas del sector, la de instalación y acabados (con un peso del 40% del VAB sectorial), presentó una reducción del VAB del -15,5%. También se notó la reducción de la obra pública (-14,9%) y de la preparación de terrenos (-11,6%).

Con respecto al sector primario, la bajada en la Plana de Lleida fue moderada, en concreto de un -1,8%. La agricultura cayó un -5,2%, a pesar del aumento en cereales (37,6%). En cambio, la ganadería mostró incrementos (1,7%), por la positiva dinámica del vacuno (8,1%) y el porcino (12,3%) a pesar del descenso de las aves de corral (-6,0%).

Las comarcas de montaña, con la contracción más elevada del país

La covid-19 tuvo un efecto particularmente negativo en las comarcas de montaña, con una contracción del VAB del -13,4%, reflejando su dependencia de los servicios vinculados a las personas y, en concreto, de los turísticos. Esta pérdida expresa la caída de la actividad de los servicios, el principal sector (cerca del 74,3% del VAB en 2019), que disminuyó un -17,7%, mientras que también cayó en la industria (-2,0%) y la construcción (-15,3%), aunque el primario aumentó un 9,2%.

La intensa contracción del VAB terciario en las comarcas pirenaicas refleja su marcada especialización en los servicios privados y, dentro de estos, en los lo más directamente afectados por las restricciones por la covid-19. Así, los servicios personales cayeron todavía más intensamente (-26,0%), arrastrados por la bajada en la hostelería (con un retroceso del VAB casi un -40%), el comercio (-26%) o las actividades recreativas y artísticas (-33,0%), según los datos que recoge el anuario del BBVA.

Con respecto a la industria, la bajada del 2020 (-2,0%) responde a las caídas de las producciones manufactureras (-8,0%) compensadas sólo muy parcialmente por el débil crecimiento de las ramas de la energía (0,7%), las más importantes del sector. La reducción de la construcción en las comarcas de montaña en 2020 expresa la bajada de la edificación y promoción inmobiliaria (-17,5%), la rama principal del sector. En concreto, el año pasado se iniciaron 163 viviendas y la bajada en las afiliaciones fue del -2,6% en este sector.

El sector primario mantuvo una dinámica positiva el año pasado, con un aumento del VAB del 9,2% marcado en buena parte por el incremento del 11,2% de la agricultura y, en concreto por los cereales (37,5%), a pesar de la caída del -3,7% de las frutas frescas. La ganadería registró un incremento del 9,5%, por|para la dinámica del porcino (12%) y el vacuno (0,4%).

La Val d'Aran encabeza la caída

Por comarcas, la Val d'Aran fue el territorio del país donde más se contrajo la economía en 2020 a raíz de la crisis de la covid-19. En concreto, registró a uno a bajada del VAB del -23,3%. La Cerdanya se sitúa en el cuarto lugar, con un retroceso del -15,2%, según el estudio del BBVA. En cambio, la comarca que registró un menor descenso fue la Segarra, con un 2% interanual. Si bien es la comarca que menos se contrae, en 2019 fue uno de los pocos territorios en Catalunya donde el VAB también se redujo. El Pallars Jussà fue la tercera comarca catalana donde el VAB cayó menos en términos interanuales (-5,7%).

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