Proyecto de Eurecat para recuperar minerales raros
Prueba con éxito una nueva tecnología para extraer litio, niquel o cobalto de residuos. Son materiales escasos y estratégicos

Una de las máquinas utilizadas para la recuperación de materia. - EURECAT
El centro tecnológico Eurecat, que cuenta con unas instalaciones en el Parc Agrobiotech de Lleida, ha probado con éxito una nueva tecnología para la recuperación de materias primas estratégicas, como el litio, el níquel o el cobalto, que se encuentran presentes en diferentes tipos de residuos y subproductos, a fin de contribuir a garantizar el suministro. Este proceso, además, evita el impacto ambiental que causa su extracción y ayuda a la descarbonización gracias a la economía circular. Estas materias críticas, conocidas como CRM por sus siglas en inglés (Critical Raw Materiales), son “vitales para el desarrollo de la actividad económica, ya que se utilizan en la producción de una gran variedad de bienes y nuevas tecnologías en sectores como la automoción o las energías renovables”, destacó el director del Área de Sostenibilidad de Eurecat, Miquel Rovira.“Estas materias se consideran críticas porque su suministro no siempre está garantizado, dado que son materiales escasos y es estratégico para Europa poder disponer más allá de su extracción, recuperándolos con tecnologías que contribuyan a la economía circular y la autonomía industrial”, añadió. De acuerdo con la Agencia internacional de energía, entre los años 2017 y 2022, la demanda de litio se triplicó, la de cobalto aumentó un 70 por ciento y la del níquel creció un 40 por ciento. Otros estudios apuntan que, en 2040, la demanda de litio será 15 veces superior a la de 2020 y la de níquel 2,5 veces mayor, en una dinámica que se prevé que se reproduzca también al cobre, el neodimio y otros minerales. Entre algunos de los proyectos en que Eurecat ha participado para recuperar material se encuentra el Sea4Value, donde ha desarrollado un nuevo proceso para la recuperación de materiales y minerales de alto valor, como el litio o el magnesio, procedentes de los efluentes generados en las plantas de desalinización del agua del mar. También ha coordinado el proyecto europeo Salema, que utiliza restos y chatarra como fuente alternativa de materias primas críticas.