El precio de frutas y verduras se dispara un 18% en un año: los limones suben un 62%
La OCU alerta de una fuerte presión inflacionaria sobre los alimentos frescos, con efectos directos en los hábitos de consumo y en la salud de los hogares españoles

Imagen de archivo de un supermercado.
El mercado de frutas y verduras en España está experimentando un aumento sin precedentes en sus precios. Según el último informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de estos productos frescos ha aumentado un 18% durante los últimos doce meses. La organización lanzó ayer una advertencia sobre la "extraordinaria subida" del 4,48% registrada únicamente en el mes de julio de 2025, tras conocerse el dato adelantado del Índice de Precios al Consumo (IPC). Los productos que han experimentado los incrementos más significativos son los limones, con un alarmante 62%, seguidos por las peras conferencia (31%) y la cebolla de tubo (29%). El informe también señala que, después de las frutas y verduras, los productos cárnicos y de charcutería han sufrido un incremento del 10%.
Esta escalada de precios está afectando directamente a la cesta de la compra de los hogares españoles, que ven cómo productos básicos y fundamentales para una alimentación saludable se vuelven cada vez menos accesibles. La OCU ha manifestado su preocupación por esta tendencia alcista que se mantiene desde hace varios trimestres y que parece intensificarse en los productos frescos de temporada. El dato revelado ayer pone de manifiesto la presión inflacionaria que sufre el sector agroalimentario, donde los costes de producción, transporte y distribución continúan en aumento, trasladándose finalmente al consumidor final. Las familias españolas están modificando sus hábitos de consumo ante esta situación, optando en muchos casos por reducir la cantidad de frutas y verduras frescas que adquieren o buscando alternativas más económicas.
El seguimiento realizado por la OCU muestra que, dentro de la categoría de frutas y verduras, el limón se ha convertido en el producto con mayor incremento porcentual, alcanzando un 62% más que hace un año. Le siguen las peras conferencia, con un aumento del 31%, y la cebolla de tubo, que ha experimentado un encarecimiento del 29%. Estos datos reflejan una situación preocupante para los consumidores, especialmente para aquellos con rentas más bajas, quienes destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a la alimentación.
Factores que impulsan la subida de precios en productos frescos
Los expertos del sector agroalimentario señalan diversos factores que están contribuyendo a este incremento generalizado en los precios. Por un lado, las condiciones climáticas adversas han afectado considerablemente a las cosechas durante los últimos meses. La sequía prolongada en muchas regiones productoras de España, combinada con episodios de lluvias torrenciales y granizadas en momentos críticos del ciclo de cultivo, ha reducido la disponibilidad de producto y, por consiguiente, ha presionado al alza los precios.
Otro factor determinante ha sido el aumento de los costes de producción. Los agricultores se enfrentan a gastos cada vez mayores en insumos como fertilizantes, fitosanitarios y energía. El incremento en el precio de los combustibles ha repercutido directamente en toda la cadena de valor, desde la producción hasta la distribución final. Además, la escasez de mano de obra para tareas agrícolas está generando un incremento en los costes laborales que también se refleja en el precio final.
La situación internacional y los conflictos geopolíticos también están jugando un papel relevante. La inestabilidad en diversas regiones productoras y las disrupciones en las cadenas de suministro globales han provocado tensiones en los mercados internacionales de alimentos. España, aunque es un importante productor de frutas y verduras, también importa determinados productos en ciertas épocas del año, quedando expuesta a estas fluctuaciones del mercado global.
Impacto en los consumidores y posibles soluciones
El incremento sostenido en el precio de los alimentos frescos está teniendo consecuencias directas en los hábitos de consumo de los españoles. Según diversos estudios sociológicos, muchas familias están reduciendo la cantidad de frutas y verduras que compran o sustituyéndolas por opciones más económicas, lo que podría tener implicaciones para la salud pública a medio y largo plazo.
La OCU ha propuesto varias medidas para mitigar el impacto de estas subidas en los consumidores. Entre ellas, recomienda la compra de productos de temporada y proximidad, que suelen tener precios más competitivos al reducir costes de transporte y almacenamiento. También sugiere aprovechar las ofertas y promociones, comparar precios entre establecimientos y, cuando sea posible, adquirir productos directamente de productores locales o en mercados de agricultores.
Por su parte, diversas asociaciones de agricultores y productores señalan la necesidad de revisar los márgenes que se aplican a lo largo de la cadena de distribución. Argumentan que, en muchos casos, el incremento que experimenta el consumidor final es muy superior al que perciben ellos por su producción, quedando gran parte del margen en los intermediarios y las grandes superficies comerciales.
El sector de frutas y verduras en la economía española
España es uno de los principales productores y exportadores de frutas y verduras de Europa. El sector hortofrutícola representa aproximadamente el 50% de la producción vegetal final y cerca del 30% de la producción agraria total del país. Las exportaciones de estos productos suponen uno de los pilares fundamentales de la balanza comercial agroalimentaria española, generando miles de empleos directos e indirectos.
La relevancia económica y social de este sector hace que las fluctuaciones en sus precios tengan un impacto significativo en la economía general y en el bienestar de los ciudadanos. Los expertos coinciden en que es necesario un equilibrio que garantice la rentabilidad para los productores y, al mismo tiempo, precios asequibles para los consumidores.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha manifestado en diversas ocasiones su compromiso con el seguimiento y análisis de la evolución de los precios alimentarios. Entre las medidas implementadas destaca el refuerzo de los controles para asegurar el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que busca garantizar un reparto justo del valor entre todos los eslabones del sector.