La Unión Europea y los Estados Unidos sellan el acuerdo arancelario del 15%, pero sin excepciones para el vino y los licores
Los europeos ofrecerán "acceso preferencial" a frutos secos, lácteos, frutas, verduras, o carne de cerdo americana

Una imagen de la reunión del pasado 27 de julio entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en Escocia.
La Unión Europea y los Estados Unidos han sellado este jueves el acuerdo por escrito para poner fin a la guerra comercial, que prevé un arancel del 15% a la mayoría de las ventas europeas en los Estados Unidos, incluidos los vinos y licores, y eliminar los gravámenes u ofrecer un "acceso preferencial" a los americanos en el mercado europeo. La UE eliminará aranceles "en todos los productos industriales norteamericanos" y ofrecerá "acceso preferencial" a productos pesqueros y agrícolas como frutos secos, lácteos, frutas, verduras, carne de cerdo o alimentos procesados. Con respecto a la industria automovilística, el pacto prevé que los aranceles bajen al 15% una vez la Comisión Europea presente la propuesta legislativa para reducir los gravámenes, previsiblemente este agosto.
Según ha explicado el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, en una rueda de prensa en Bruselas, tiene el compromiso de la administración norteamericana que si la legislación se presenta este mismo mes, los aranceles en los automóviles podrían ser "retroactivos al 1 de agosto".
Los únicos productos que han conseguido excepciones al arancel del 15% son los recursos naturales no disponibles en América, aviones y piezas de avión, productos farmacéuticos genéricos y precursores químicos. Además, Washington garantiza que se limitará al 15% lo que se aplique a todos los productos farmacéuticos o semiconductores.
"Desgraciadamente, no hemos tenido éxito", en las negociaciones para incluir el vino y los licores en las excepciones para los aranceles, ha admitido Šefčovič, que ha matizado que seguirán presionando. "No lo tenemos, todavía", ha dicho.
De la misma manera que el sector del vino y el licor, tampoco se han incluido en la tarifa fija del 15% el acero, el aluminio y el cobre, que mantendrán los aranceles del 50%.
Washington y Bruselas han abierto la puerta a explorar la posibilidad de establecer cuotas arancelarias en estos sectores pero no han puesto plazos. “Estamos mirando diferentes formas de dirigir el asunto y no queremos hacer falsas promesas, pero está el compromiso de la Comisión Europea de llevarlo sobre la mesa y trabajar tanto como podamos para extenderlo en otros sectores, especialmente el del vino y los licores y los del acero”, ha dicho.
Asimismo, el pacto ratifica que la UE "tiene previsto adquirir gas natural licuado (GNL), petróleo y productos nucleares de los EE.UU. por valor de 750.000 dólares hasta el 2028," y al menos 40.000 millones en chips de IA. Además, se prevén inversiones en 600.000 millones de dólares en "sectores estratégicos" y que la UE aumente "sustancialmente la compra de material de defensa de los EE.UU.".
Haciendo referencia a los chips de inteligencia artificial, el acuerdo especifica que las instituciones europeas adoptarán y mantendrán “los requisitos de seguridad tecnológica de acuerdo con los de los Estados Unidos” e incluye el compromiso del país norteamericano de “facilitar estas exportaciones una vez estos requisitos estén en vigor”. “Se quieren asegurar que cuando los chips de IA estén en Europa, se quedarán en Europa y beneficiarán la economía europea y no irán a ningún sitio más”, ha aclarado Šefčovič, que lo considera un proceso “estándar” cuando se trata de “tecnología sensible”
Además, incluye el compromiso de dirigir “barreras digitales injustificadas”. En concreto, la Unión Europea se compromete a no mantener los cargos para utilizar la red y las dos partes aseguran que no impondrán barreras para las transmisiones electrónicas.
La Comisión Europea también explorará proporcionar "flexibilidades adicionales" en la implementación del impuesto fronterizo sobre el carbono de la UE a las empresas americanas, así como garantizará que las obligaciones de informes de sostenibilidad (CSRD) de la UE o las normas de supervisión de la cadena de suministro (CSDDD) "no impongan restricciones indebidas en el comercio transatlántico".
En todo caso, Šefčovič ha asegurado que el acuerdo comercial es “justo, equilibrado y beneficioso para las dos partes” y ayudará a la industrialización a los dos lados del Atlántico. “Hemos llegado a la línea de meta”, ha celebrado el comisario europeo, que ha definido el pacto como un “primer paso” que puede crecer a más sectores y a mejoras de acceso de mercado para “fortalecer los lazos económicos todavía más”.
Según el comisario de Comercio, este acuerdo “lleva estabilidad y predictibilidad a las relaciones” entre la Unión Europea y los Estados Unidos, una unión que ha definido como “más importante que nunca”. “La alternativa es una guerra comercial con tarifas disparadas y escalada política y no ayuda a nadie”, ha insistido.