El campo catalán, pendiente del acuerdo arancelario entre la UE y los Estados Unidos
Afrucat prevé un impacto limitado en la fruta fresca, mientras que el sector de la fruta seca alerta de una pérdida de competitividad

Europa Press/Contacto/Sergei Bobylev
El sector agrícola catalán se mantiene en la expectativa ante el nuevo acuerdo arancelario entre la Unión Europea y los Estados Unidos, que establece condiciones desiguales para varios productos. Mientras que la mayoría de las exportaciones europeas hacia el mercado norteamericano se enfrentarán a un arancel del 15%, Bruselas ha ofrecido “acceso preferencial” a determinados alimentos, como los frutos secos y la fruta. Sin embargo, desde de Afrucat, la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña, se considera que el impacto será limitado a corto y medio plazo, ya que los intercambios comerciales entre ambos mercados son todavía muy reducidos.
El director general de Afrucat, Manel Simon, recuerda que la coincidencia en el calendario de cosechas y los altos costes logísticos dificultan que la fruta europea y la norteamericana compitan directamente en los mercados interiores. Aun así, Simon advierte que el acuerdo pone de manifiesto que algunos sectores agrícolas se utilizan como “moneda de cambio” en las negociaciones comerciales, y no ve sostenible este escenario a largo plazo. Ante este contexto, la patronal quiere aprovechar las tensiones comerciales de los EE.UU. con México y el Canadá para abrir nuevos mercados en la manzana y la nectarina catalanas, con el objetivo de exportarlas por vía marítima y ser más competitivos.
El sector de la fruta seca, en cambio, sí que ve riesgos inmediatos. El responsable de la sectorial de Fruta Seca de JARC, Xavier Cullerés, alerta de que la medida puede comportar una pérdida de competitividad en productos como la almendra o la nuez. Aunque la exportación catalana hacia los Estados Unidos es testimonial, España importa grandes volúmenes de almendras californianas, hasta 267 millones de euros en el 2024, cosa que desequilibra la balanza comercial. Delante de eso, el sindicato reclama potenciar el consumo local para reducir la dependencia del mercado norteamericano.
Aparte de la fruta y la fruta seca, el acuerdo también prevé facilitar la entrada en Europa de productos norteamericanos como lácteos, carne de cerdo o alimentos procesados. En sentido contrario, los nuevos aranceles podrían complicar las ventas de sectores catalanes ya consolidados en los Estados Unidos, como el aceite de oliva y el vino.