AGUA
Más de 40 depuradoras de Lleida tendrán que tratar microplásticos
En la de la capital habrá que procesar fármacos y cosméticos

Embalse de Rialb.
La entrada en vigor de la directiva 2024/3019 sobre aguas residuales urbanas, con fecha de límite de transposición a las normativas estatales en septiembre del 2027, obligará a los gestores de más de 40 estaciones de tratamiento de la demarcación de Lleida a efectuar el “control de microplásticos en la entrada y la salida” de estas instalaciones, según recoge el ETI (Esquema de Temas Importantes) del PHE (Plan Hidrológico del Ebro), que lleva en fase de consulta pública desde el 28 de noviembre.
La medida afecta a “las depuradoras de aguas residuales urbanas de más de 10.000 habitantes equivalentes” (unidad de carga contaminante que se calcula por medias de personas), que en Lleida son un total de 44. También tendrán que tratar los PFA (sustancias perfluoroalquiladas y pilifluoroalquiladas) “cuando el vertido se produzca en una zona de captación de aguas para consumo humano”.
Algunas, siempre que estén señaladas “en función del riesgo”, tendrán que cumplir una de las exigencias que con seguridad tendrá que cumplir la de Lleida ciudad, cuya población equivalente es de 250.000 habitantes. Se trata de la obligación de incorporar un “tratamiento cuaternario” para procesar “los residuos de productos farmacéuticos y cosméticos” de las aguas residuales.
Estas sustancias, a las cuales se añaden los nanomateriales, los fitosanitarios y los COP (Contaminantes Orgánicos Persistentes), son los llamados “contaminantes emergentes”, que “pueden representar un riesgo significativo para la salud humana y el medio ambiente”.
No son sustancias nuevas, ya que se utilizan “en todo tipo de aplicaciones”, pero gracias a los avances en las técnicas analíticas pueden ser cuantificadas a concentraciones muy bajas” y se puede implementar la detección.