SEGRE

SUCESOS INVESTIGACIÓN

Prisión sin fianza para el detenido por el crimen de Acadèmia ante el alud de indicios

El instalador de fibra óptica imputado por el asesinato se niega a declarar ante el juez || La investigación revela múltiples contradicciones del acusado, al que señalan cámaras de seguridad y restos de sangre

Jordi Lanuza Rubinat.

Jordi Lanuza Rubinat.LLEONARD DELSHAMS

Creado:

Actualizado:

En:

El titular del Juzgado de Instrucción 4 de Lleida decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para Jordi Lanuza Rubinat, el instalador de fibra óptica detenido esta semana como presunto autor del asesinato de Amparo Soler Betés el pasado 17 de febrero en su vivienda de la calle Acadèmia. Los múltiples indicios en su contra, así como las numerosas contradicciones del acusado, han llevado al juez a tomar la decisión de que ingrese en prisión para evitar así que destruya pruebas, ya que el arma del crimen aún no se ha encontrado.

Tras pasar a disposición judicial, el acusado se negó a declarar, aunque dijo ser inocente y no tener nada que ver con los hechos. Aún está por determinar si el juez le imputará un delito de asesinato, como piden la acusación pública y la particular. De momento, las actuaciones arrojan un alud de indicios en su contra.

Víctima y acusado habían quedado el día del crimen para una instalación técnica tras conocerse un mes antes

Según la investigación policial, el detenido acudió a casa de la víctima, situada en el número 12 de la calle Acadèmia, el pasado 13 de enero para hacer una instalación de fibra óptica. En ese momento, el acusado se ofreció a la víctima para configurarle el ordenador que la víctima, funcionaria del departamento de Enseñanza, tenía previsto comprarse. Un mes después, la víctima le llamó para pedirle que fuera a su casa a configurar el portátil y quedaron para el día 17 de febrero, el día del crimen. Las cámaras de seguridad muestran que la víctima llegó a su casa a las 14.16 horas y que solo un minuto después el acusado aparecía en el portal, pese a que él dice que acudió al piso a las 14.30 horas y que, como nadie le contestó al interfono, se fue, llamó a la víctima desde el coche y le dijo que no había podido localizarla.

Sin embargo, un vecino señala que vio cómo el acusado entraba en la vivienda de la víctima, por lo que se deduce que esta le estaba esperando, lo que explicaría que la puerta no estuviera forzada. Según el informe forense, la muerte de la funcionaria se produjo entre las 14 y las 18 horas, franja horaria en la que solo el sospechoso tuvo acceso al edificio. En total, estuvo 34 minutos.

Asimismo, los Mossos d’Esquadra hallaron restos de sangre en la chaqueta que el acusado llevaba el día del crimen y en su vehículo.

El imputado fue el único que entró en el portal en las horas del crimen El auto del juez señala que la versión que ha dado hasta ahora el acusado del día del crimen es falsa. Él declaró ante los Mossos que llegó al piso a las 14.30 horas, cuando en verdad, según las cámaras de seguridad, lo hizo a las 14.17 horas, un minuto antes de que la víctima, de 61 años, entrara en su portal. Otra contradicción es que el acusado fue al lugar con la furgoneta de empresa y no con su coche particular como declaró. De hecho, en el primer vehículo es donde se ha encontrado posibles restos de sangre en la puerta y en el asiento del conductor. Otro indicio es que el acusado dio a los agentes una chaqueta que no llevaba el día del crimen y dijo que se fue de la vivienda porque nadie le contestó al timbre, lo que desmiente un vecino. Las pruebas de ADN serán la clave.

tracking