Los psicólogos avalan a la niña de 7 años que denunció abusos de su tío

La Audiencia de Lleida juzgó ayer a un hombre, J.D.M.L., acusado de abusar sexualmente de la hija de su primo cuando la niña tenía siete años. El acusado, que se enfrenta a una condena de seis años de prisión y otros cinco de libertad vigilada, negó los hechos y afirmó que la pequeña mentía inducida por su madre. Una versión que rebatieron los psicólogos de Equipo de Atención a la Víctima del Delito de Lleida (EATAV), que afirmaron que el relato de la pequeña “es creíble y hasta creemos que dice menos de lo que pudo haber pasado por vergüenza”. Los peritos también añadieron que “no creemos que una niña de esa edad tenga la capacidad de mentir con tantos detalles” y que “entendemos que no fue una cosa puntual, sino que sucedía esporádicamente”.

Durante el juicio, el tribunal pudo visionar la entrevista que los psicólogos hicieron a la menor, en el que explica como el acusado, al que llamaba “tío”, le hacía tocamientos poniendo una mano entre los pantalones y la ropa interior, le hacía “agachar con fuerza” su cabeza hasta los genitales y le daba besos en la boca. La madre de la pequeña explicó que denunció el caso “después de que una noche, al ir a darle el beso de buenas noches, mi hija me rechazó diciendo que su tío le había morreado los labios y le había tocado las partes”. La madre añadió que la pequeña le dijo: “no vuelvas a dejarme más con mi tío”. En cambio, la mujer del acusado aseguró que “mi marido es incapaz de hacerle algo a la niña, además yo estaba en casa”, y que era habitual que la pequeña dijera mentiras. En este mismo sentido se expresaron otros familiares.

Los abusos habrían tenido lugar en 2017 cuando el acusado aprovechaba que la niña se quedaba a dormir en casa. Los tocamientos se habrían producido cuando el hombre iba a acostar a la niña.

La Fiscalía y la acusación particular consideran acreditado el delito en base a la declaración de la niña y el informe de los psicólogos. En cambio, la defensa, que pidió la absolución o subsidiariamente una condena por un delito leve de coacciones, aseguró que el relato no es verosímil y que los hechos nunca llegaron a suceder.