¿Quién dijo que sólo era gripe?

No. No era solo una gripe. Ni muchísimo menos. El coronavirus sigue siendo un misterio meses después de llegar a España y no se sabe cuándo se dispondrá de una vacuna o un tratamiento eficaz. Por desgracia, solo se sabe que ha causado decenas de muertos en Lleida y miles en España, y que además ha tenido consecuencias para muchos afectados una vez que lo han superado y les han dado el alta definitiva. Leridanos que se han curado cuentan en estas páginas algunas de estas consecuencias: cansancio, pérdida de capacidad pulmonar, dificultad de concentración, infecciones...

Afortunadamente en la mayoría de los casos estos efectos duran solo unos días y los afectados alcanzan el estado de salud que tenían antes del contagio. Otra cosa son los efectos anímicos de la enfermedad. Los que han estado hospitalizados recuerdan con dolor su separación de los hijos cuando se los llevaban de casa, especialmente si estos son pequeños y tuvieron que dejarlos sin ni siquiera poder darles un beso. También el sufrimiento causado por la incertidumbre mientras los PCR seguían dando positivo. Deben armarse de paciencia. Las heridas en el alma también las curará el tiempo. 

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