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La Paeria confía que en el colegio Seu Vella baje el absentismo, del 50% en los mayores

Está previsto que en octubre todos los alumnos del antiguo Cervantes, hasta ahora en dos edificios, estén en el del Canyeret || El de Cavallers podría acoger una concejalía o espacios para entidades

Jordina Freixanet y Sandra Castro visitaron ayer las obras del nuevo comedor.

Jordina Freixanet y Sandra Castro visitaron ayer las obras del nuevo comedor.GERARD HOYAS

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La unificación de los alumnos del colegio Seu Vella, que hasta ahora se llamaba Cervantes, prevé reducir el absentismo escolar, que era más de un 50% del alumnado de entre tercero y sexto de Primaria. Hasta ahora, los niños de Infantil y primero y segundo de Primaria estaban en el edificio del Canyeret (donde quedarán unificados todos los alumnos) y los de tercero a sexto de Primaria estaban en el de Cavallers (que cerrará debido a sus malas condiciones). “Como el colegio estaba dividido en dos, había dinámicas distintas y, en el edificio del Canyeret, la escolarización funcionaba muy bien y había mucha asistencia”, señaló ayer la alcaldesa accidental, Sandra Castro, que añadió que “cuando los alumnos de tercero iban al de Cavallers empezaba a subir de una forma preocupante el absentismo, seguramente en más de la mitad de los alumnos”.

Añadió que las condiciones de escolarización del alumnado tienen un impacto sobre el hecho de ir o no a la escuela y tener un nuevo edificio, con todos los alumnos juntos, se confía que el absentismo bajará. “Se contribuirá a dignificar la escuela y a cohesionar el centro y el claustro”, afirmó. Castro visitó ayer las obras de del inmueble del Canyeret, donde se están habilitando aulas para los de quinto y sexto de Primaria, además de un almacén.

Sin embargo, los alumnos de estos cursos deberán empezar el colegio en Cavallers, ya que los trabajos no están listos, pero Castro dijo que la idea es que se trasladen al Canyeret en octubre. Por otro lado, apuntó que las obras del nuevo comedor de la escuela, en la calle Companyia, estarán en septiembre. En caso de no estarlo al inicio del curso, las aulas que se están habilitando funcionarán como comedor.

Una vez el inmueble de Cavallers quede cerrado, Castro dijo que hay varias opciones sobre sus posibles usos. “Hay concejalías que quieren trasladarse por falta de espacio, hay interés sel departamento de Educación en hacer un campo de aprendizaje, para que se lleven a cabo actividades sobre la cultura popular y l’Horta o se puede destinar a un espacio para entidades”, señaló. Asimismo, dijo que están a la espera de que Educación les remita la información sobre el cambio de nombre oficial a Seu Vella para que se apruebe en el pleno, pero pueden pasar unos tres meses.

Por último, dijo que la oferta de plazas se adecuará al espacio y será un modelo más asimilado a una ZER, donde hay agrupaciones por interniveles.

El curso arranca con dos centros cerrados y dos días de huelga

El próximo curso arrancará en la provincia con obras en varios centros, además del antiguo Cervantes. Son las de la escuela Balàfia-Pinyana (aunque los alumnos no irán al nuevo edificio hasta 2023-2024), la de Vilagrassa y el Vinyet de Solsona, así como la ampliación del instituto Alfons Costafreda de Tàrrega.

Además, el Palau d’Anglesola ha sacado a concurso la ampliación de la escuela Arnau Berenguer y la construcción de una escuela bressol. De hecho, la demarcación tendrá 17 nuevas llars d’infants integradas en colegios rurales. También está en trámite la construcción del instituto de Cappont y la ampliación de la escuela Camps Elisis.

Por el contrario, las escuelas de Els Omells y Les Ventoses cierran por falta de alumnos. El curso comienza con más huelgas convocadas por sindicatos para el 7 y 28 de septiembre, siguiendo con sus reivindicaciones contra decisiones como el avance del curso el 5 de septiembre.

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