Cárcel provisional comunicada y sin fianza para el detenido por la muerte del taxista en Lleida

El juzgado de Instrucción 1 de Lleida, en funciones de guardia, ha acordado prisión provisional comunicada y sin fianza para el detenido por la muerte de un taxista en Lleida en abril del pasado año. La causa está abierta por un delito de homicidio y el acusado se acogió a su derecho a no declarar.

Llevaban tiempo detrás de él y finalmente ayer fue detenido. Agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra de Ponent detuvieron a la seis de la mañana a un joven de 22 años y vecino de la Mariola como presunto autor de la muerte de Mohamed Ezzeraiga, el taxista de 43 años que fue asesinado a navajazos la madrugada del domingo 10 de abril del año pasado en La Bordeta, en un crimen que causó una enorme conmoción. Los investigadores han recopilado durante estos meses multitud de indicios que le incriminan. 

Entre ellos, han resultado especialmente claves las muestras de ADN localizadas. Fueron halladas por agentes de la Policía Científica y serían coincidentes con las del arrestado ayer. Es un joven que tiene antecedentes. La investigación del caso la dirige el juzgado de Instrucción número 4 de Lleida.

Horas después, alrededor del mediodía, el arrestado fue trasladado a su domicilio, en un piso del número 7 de la calle Indíbil i Mandoni, a escasos metros del Passeig de Ronda, donde se practicó un registro con presencia de la autoridad judicial para buscar más pruebas e indicios que lo incriminen. 

La inspección se alargó durante una hora y el detenido fue trasladado nuevamente a comisaría. Está previsto que pase hoy a disposición judicial.

Durante este último año y medio, los Mossos han llevado a cabo una minuciosa investigación con el análisis de telefonía y de los indicios recogidos en el vehículo y de restos de sangre en el arma homicida, un cuchillo hallado en una calle cercana. También se ha estudiado la última carrera que hizo el taxi. 

Finalmente, pudieron identificar al presunto autor. El martes por la tarde se montó el dispositivo para arrestarle aunque la detención se acabó practicando a las seis de la mañana de ayer.

Cabe recordar que la víctima fue atacada brutalmente en la calle Sifó en el barrio de La Bordeta. Sobre las 2.30 horas del 10 de abril de 2022 un ciudadano llamó al 112 para alertar de que había un hombre malherido e inconsciente entre dos coche estacionados a unos 50 metros de un taxi con la puerta abierta, el motor encendido y el taxímetro puesto. Fue evacuado en estado crítico al hospital Arnau de Vilanova, donde falleció sobre las 5.30 horas a consecuencia de la gravedad de las lesiones. Recibió más de veinte puñaladas de frente, por la espalda y en diferentes partes del cuerpo como el cuello y el corazón, según reveló la autopsia. Unas heridas que acreditan que el asesino actuó con ensañamiento y mucha violencia contra la víctima. También se apreciaron heridas defensivas, que indican que el hombre intentó defenderse sin éxito por todos los medios. En cuanto al móvil del crimen, la principal hipótesis es que fue un atraco, pero el ensañamiento con la víctima y el hallazgo de dinero hicieron contemplar otras vías. 

De Blondel a La Bordeta 

También analizaron la última carrera que el taxista cargó a un cliente cuando se encontraba en la parada de la avenida Blondel, sin llamada previa por emisora, lo que impidió, de entrada, el rastreo telefónico. Tampoco había testigos. La víctima no era propietaria del taxi, llevaba algo más de un año en esta profesión y cubría el turno de noche trabajando para el dueño de la licencia, de Tele Ràdio Taxi Lleida

La víctima, de 43 años, estaba casada y tenía dos hijos pequeños

Nacido en Marruecos, Mohamed Ezzeriga, de 43 años, estaba casado, tenía dos niños, uno de unos cinco años y un bebé de meses, y llevaba más de 20 años en Lleida. Conocido como Simu, la víctima era miembro de la asociación Nostalgia Lleida, una entidad que se dedica a ayudar a la comunidad musulmana y fomentar la integración, y muy aficionado al deporte, especialmente al fútbol, y había jugado con los veteranos de La Bordeta. Un día después del crimen, que se produjo durante una carrera que se inició en Blondel, sus compañeros de profesión hicieron una marcha lenta para homenajearle y pidieron medidas para incrementar su seguridad (más información en la página 4).