Dos de cada tres leridanos ven difícil adquirir una vivienda, según un estudio
El II Baròmetre de l'Habitatge revela que el 65% de los leridanos está preocupado por el acceso a la vivienda, con los jóvenes y familias numerosas como colectivos más afectados

Viviendas en construcción.
La crisis de la vivienda golpea con fuerza a los leridanos, según revela el II Baròmetre de l'Habitatge elaborado por el Grup Mutua Propietarios. Un 65% de los ciudadanos de Lleida contempla "con incertidumbre" su capacidad para acceder a una vivienda en el futuro, ya sea en régimen de alquiler o compra. El estudio desvela que un 35% de los encuestados se declara "bastante preocupado" por esta cuestión, mientras que otro 30% se muestra "muy preocupado", evidenciando la gravedad de una problemática que afecta especialmente a jóvenes y familias numerosas.
Los datos del informe, basado en una encuesta a 2.300 personas en todo el territorio nacional, ponen de manifiesto que la situación inmobiliaria en Lleida genera un profundo malestar entre la población. Los jóvenes de entre 18 y 24 años constituyen el grupo más pesimista, con un 77% expresando preocupación por su futuro habitacional. Les siguen de cerca las familias numerosas, donde el 75% manifiesta inquietud. Paralelamente, dos terceras partes de los leridanos consideran "contraproducentes" las actuales políticas públicas en materia de vivienda, señalando que no contribuirán a reducir los precios tanto en alquiler como en compra.
En cuanto a las perspectivas para 2025, el panorama no invita al optimismo. El 35% de los encuestados en Lleida pronostica que los precios inmobiliarios se incrementarán entre un 5% y un 10% durante este año, mientras que un 21% anticipa aumentos aún mayores. En contraste, apenas un 9% confía en que los precios se mantendrán estables. La especulación (42%) y la escasez de vivienda (32%) son identificadas como las principales causas de la escalada de precios según los participantes en el estudio.
Factores que agravan la crisis inmobiliaria en Lleida
La situación del mercado inmobiliario en Lleida se enmarca en un contexto más amplio de dificultades de acceso a la vivienda que afecta a todo el territorio español. El estudio del Grup Mutua Propietarios señala varios factores como desencadenantes de esta problemática que afecta especialmente a determinados colectivos.
La especulación inmobiliaria emerge como el principal factor según el 42% de los encuestados. Este fenómeno, caracterizado por la compra de inmuebles con fines exclusivamente lucrativos y no habitacionales, contribuye a inflar artificialmente los precios. Por otro lado, un 32% de los participantes apunta a la escasez de vivienda disponible como elemento determinante en la subida de precios, generando un desequilibrio entre oferta y demanda que tensiona el mercado.
El panorama se complica aún más cuando se analiza la efectividad de las políticas públicas. Un contundente 66% de los leridanos considera que las medidas adoptadas por las administraciones no solo no están aliviando la situación, sino que resultan "contraproducentes". Esta percepción ciudadana pone en cuestión la eficacia de las iniciativas gubernamentales para garantizar el acceso a una vivienda digna.
Colectivos especialmente vulnerables ante la crisis habitacional
El II Baròmetre de l'Habitatge identifica claramente qué grupos poblacionales sufren con mayor intensidad las consecuencias de la crisis inmobiliaria en Lleida. Los jóvenes de entre 18 y 24 años encabezan este ranking de vulnerabilidad, con un 77% manifestando preocupación por su capacidad para acceder a una vivienda.
Este dato resulta especialmente alarmante si consideramos que se trata de personas en edad de emancipación o que están iniciando su proyecto vital independiente. La dificultad para acceder a una vivienda puede traducirse en retrasos en la edad de emancipación, imposibilidad de formar nuevos hogares o sobreendeudamiento para poder hacer frente a los elevados costes.
Las familias numerosas constituyen el segundo colectivo más afectado, con un 75% expresando inquietud. Para estas unidades familiares, la necesidad de espacios más amplios choca frontalmente con unos precios cada vez más elevados, limitando considerablemente sus opciones habitacionales y, en muchos casos, forzándolas a destinar porcentajes excesivos de sus ingresos al pago de la vivienda.
Perspectivas para el mercado inmobiliario en 2025
La encuesta revela un panorama poco alentador respecto a la evolución del mercado inmobiliario en Lleida durante 2025. Una mayoría significativa de los encuestados anticipa incrementos en los precios, con distintos grados de intensidad. El 35% de los participantes prevé aumentos moderados de entre el 5% y el 10%, mientras que un 21% pronostica subidas aún más pronunciadas.
Estas expectativas de encarecimiento contrastan con la minoría que mantiene una visión más optimista. Apenas un 9% de los leridanos consultados considera que los precios se mantendrán estables durante el presente año. Esta percepción generalizada de continuas subidas alimenta la sensación de urgencia entre quienes buscan acceder a una vivienda, temiendo que cada retraso en la decisión suponga un incremento adicional en el coste.
La combinación de estos factores —expectativas alcistas, escasez de oferta y percepción de ineficacia en las políticas públicas— configura un escenario complejo que requiere respuestas integrales y coordinadas entre todos los agentes implicados en el sector inmobiliario.
El estudio del Grup Mutua Propietarios pone de manifiesto el escepticismo de los leridanos respecto a la efectividad de las medidas adoptadas por las administraciones en materia de vivienda. Dos de cada tres encuestados consideran "contraproducentes" estas políticas, un dato que invita a reflexionar sobre los motivos de esta percepción negativa.
Entre las posibles causas de este descontento podría encontrarse la sensación de que las iniciativas legislativas no abordan los problemas estructurales del mercado inmobiliario o que incluso podrían estar generando efectos no deseados, como la retirada de viviendas del mercado de alquiler ante normativas percibidas como restrictivas por los propietarios.
La falta de resultados tangibles en términos de contención de precios o aumento de la oferta disponible también podría estar alimentando este escepticismo ciudadano hacia la acción institucional en materia de vivienda.