Comienza el viacrucis judicial para reclamar: “todo depende de la redacción de la póliza”

Los afectados por la deficiente prestación de servicios derivados del gran apagón del lunes se encuentran ante una enrevesada situación jurídica: las empresas a las que pueden reclamar resultan ser, en la mayoría de los casos, damnificadas de otras. Las compañías eléctricas, a su vez, pueden acabar siéndolo también de quien resulte finalmente responsable del corte de luz generalizado que afectó a toda la península.

No obstante, esa fuga de responsabilidades también tiene gateras, como ayer advertía la consultora Selectra sobre el apagón de la telefonía móvil y el internet. “Sorprende y es criticado que no hayan funcionado las baterías de respaldo de los servicios auxiliares de telecomunicaciones, dejando desconectado a casi todo el país, salvo por algunos usuarios que mantenían una conexión intermitente”, advirtió en un comunicado.

Algo similar ocurrió con las alarmas, entre las que solo las que tenían “sistemas modernos” y “baterías de respaldo” pudieron “seguir funcionando autónomamente, mínimo 4 horas”. Sus fallos serían, en este caso, vinculables con los robos o desperfectos sufridos en la propiedad durante el apagón.

La OCU (Organización de Consumidores y Uuarios) recordó que si al final el perjuicio “se debe a una circunstancia extraordinaria o causa de fuerza mayor, los consumidores no serán indemnizados” por ellos. No obstante, la entidad recomienda “recopilar pruebas para una posterior reclamación”.

En caso de fallos en servicios de transporte, el usuario tiene derecho al rembolso del billete o viajar en otro servicio, pero no a recibir compensaciones.

Por último, en el caso de los seguros todo depende de la redacción de la póliza. Reclamar por alimentos deteriorados requiere el tíquet de compra y pruebas de su deterioro.